¿Cuál es la situación mundial de impago en las operaciones económicas?

Coface, que ha celebrado hace poco su vigesimo cumpleaños en España, da un repaso a esta situación y problemática internacional

Con la llegada de la crisis, los casos de impago en las operaciones comerciales -tanto nacionales como internacionales- se han disparado, debido en parte a la dificil situación económicas que han vivido los negocios. En una situación así, las empresas expertas en riesgos comerciales y en seguros de créditos han adquirido una importancia clave para crear un entorno más seguro de crecimiento económico. Coface es una de las más importantes a nivel mundial en este área.

Coface ofrece ayuda tanto a priori, como a posteriori a todos aquellos negocios que quieran realizar cualquier tipo de transacción comercial; -en cualquier ámbito geográfico- ofreciendo a sus clientes asesoramiento previo a realizar una operación, en aras de que conozca los riesgos y posibles problemas o dificultades que puede encontrar. Por otro lado, cuando a pesar de todo se produce el impago pone en marcha una serie de mecanismos.

Además de los 70 años de historia que tiene a sus espaldas, este gigante internacional en su sector ha cumplido 20 años de actividad en nuestro país y aprovechando la ocasión nos ha ofrecido un análisis de la situación sobre este área, a través de su CEO en la península ibérica, Marcelino Moneo.

¿Dónde invertir?

Existen, en la actualidad, cuatro áreas mundiales que presentan un potencial muy amnplio de crecimiento, estabilidad y que ofrecen seguridad, para que las empresas españolas puedan desarrollar su actividad económica . Destacan en Europa en este sentido las economías del Este que se han incorporado al euro en los últimos años, ya que van a recibir una gran cantidad de ayudas comunitarias europeaspara el desarrolo económico de la región. Por otro lado, en sudamérica atraen a los inversores Perú y Colombia que están desarrollando una serie de políticas económicas muy buenas para mantener la estabilidad política, social y económica de sus países. Estados Unidos aparece -como no podía ser de otra forma- en su tradicional papel de “país de claras oportunidades y receptor tradicional de inversión”, todo según la propia empresa.

En el lado opuesto, el de los estados y naciones en los que hay que tener más cuidado a la hora de invertir son “los países desarrollados más maduros que, a pesar de tener un riesgo más controlado, ofrecen oportunidades de crecimiento más lento, mayores costes, y por tanto, un payback potencial más bajo. En la otra vertiente se encontrarían los países con mayores niveles de riesgo, debido a situaciones políticas, económicas y/o sociales poco estables, como Ecuador, Bolivia, Venezuela, Argentina, Rusia…”, asegura Marcelino Moneo, CEO de Coface en España y Portugal.

En cuanto a sectores -en España-, la construcción e inmobiliarias, el comercio y la industria registran las mayores tasas de impago, y morosidad e incertidumbre. En transacciones interacionales, ls construcción, la industria agroalimentaria, la de metales y la textil acaparan los mayores problemas -aunque hay que tener en cuenta que el mundo no es homogeneo y hay que tener en cuenta las particularidades geográficas en este sentido-.

Desde un punto de vista legal, y a través de una serie de convenios internacionales – de los que España es firmante- se ha regulado el tráfico mercantil internacional. Además; España, al firmarlos, los convierte en parte de la legislación nacional. La Unión Europea, por su parte, a través de la Directiva Comunitaria ha legislado sobre estas cuestiones y como se explicaba antes, han entrado a formar parte de la legislación española, al ser ratificado por nuestro país.

Destacan desde la compañia el buen hacer de la Unión Europea que está creando “un sistema común a nivel europeo de reclamación de deudas, el llamado monitorio europeo, y otros sistemas que favorezcan el tráfico mercantil, si bien donde más se ha avanzado en esa materia”.

El deudor al que no pagan

Coface reconoce que durante los años de recesión económica y de crisis, el prefil del deudor se ajustaba al de “una empresa que no podía hacer frente a sus obligaciones de pago, imposibilidad derivada a su vez de que sus propios clientes también dejaban de atender las obligaciones de pago contraídas con esa empresa, y de la reducción de actividad generalizada”. Sin embargo, la situación está cambiando y mejorando. Por ello, ahora se hace frente a empresas que“ tienen problemas de liquidez, por lo que se producen los consiguientes retrasos en los plazos de pago”.

Aunque, también es cierto que existen otros perfiles de deudores mucho más problemáticos y conflictivos. Por ejemplo, desde la propia aseguradora afirman preocupados que en los últimos años se ha incrementado el caso de estafadores que realizan pedidos a nombre de una empresa real – de la qaue no forman parte y con la que no tienen ningún tipo de relación- para después desaparecer sin pagar el encargo. Por último, se describe un último tipo de moroso que se corresponde con aquellas sociedades que “convierten sus relaciones con proveedores en litigios que aprovechan para demorar los pagos y, de este modo, obtener financiación de forma gratuita, situaciones que se dan generalmente en sectores de mercancía perecedera”.

Retos de futuro

A pesar de que la situación internacional está mejorando, siguen existiendo una serie de problemas de cara al futuro que deben ser resueltos si se quiere conseguir un entorno más seguro y fiable a la hora de realizar cualquier tipo de actividad empresarial internacional o nacional. Entre los principales riesgos que siguen teniendo vigencia se encuentran la devaluación de las monedas de los países emergentes; la caída del precio de las materias primas para países como Argentina, Irán, Venezuela o Ecuador; la desaceleración del crecimiento en países como China o Brasil; y las tensiones políticas en países como Ucrania, Siria y alrededores.

Recuerdan desde Coface que “un entorno de mayor seguridad es la base sobre la que se puede desarrollar una economía, sin esto, solo hay autarquía de supervivencia. Un país que no ofrece seguridad jurídica, y estabilidad económica, política y social, no puede pretender que llegue inversión extranjera, ni que sus agentes consigan crédito del exterior, ni siquiera su gobierno. Sin inversión y sin crédito, el desarrollo económico y por lo tanto la convergencia de la renta per cápita es imposible”. Queda claro que el crecmiento debe llevar a la seguridad y la estabilidad de la mano, por ello es necesario que todos los países y agentes sociales y económicos luchen por conseguir este mundo mejor.

Adrián C. D´Aniello