Acabar con los ‘piratas del transporte’ aportaría al Estado más de 14 millones de euros

Upta ha diseñado el  ‘distintivo transporte seguro’ para acabar con el intrusismo en el sector 

¿Quién al salir de Ikea o Leroy Merlín no ha sido objeto del avasallamiento de porteadores irregulares? El transporte ligero se ha convertido en el refugio de muchos trabajadores del sector de la construcción que han visto en este sector la fisura perfecta para continuar en activo ‘libres de polvo y paja’, es decir, desde la informalidad. Esta situación viene siendo denunciada desde hace varios años por las asociaciones de autónomos. Un colectivo que, además de haber tenido que soportar los devastadores efectos de la crisis, se han visto obligado a bregar con los piratas del transporte

La calidad y garantía de los servicios que prestan los intrusos no es sólo lo único que se ve perjudicado. De regularizarse esta situación y según las estimaciones de Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), en las poblaciones de 200.000 habitantes, unos 60 transportistas abandonarían la informalidad, esto se traduce en un incremento de ingresos por cotizaciones de autónomos de 16.320 euros al mes (195.840 euros al año). Impacto que multiplicado por los 4.260 activos que se calcula emergerían, ascendería hasta «como poco» 13,9 millones de euros que irían a parar a las deficitarias arcas del la Seguridad Social. «Y eso sin contar los efectos indirectos derivados de la recaudación por consumo de combustibles, facturación, etc… que podrían suponer otros 14 millones de euros más», apunta Eduardo Abad Sabaris, responsable de Inmigración, transporte y administración de Upta.

La friolera del resultado obtenido al análisis de los datos anteriores ya tiene respuesta, «Upta tiene la solución para acabar con el intrusismo laboral en el sector del transporte ligero», afirma con contundencia Abad Sabaris, y se llama «distintivo de transporte seguro».

Esta tarjeta o distintivo de transporte seguro, cuyas tasas oscilarían los 150 euros anuales, consistirán en una marca de identidad que deberán llevar todos los transportistas de mercancías ligeras para verificar el cumplimiento de los mínimos legales (alta en seguridad social y actividad). Por otra parte y dado que está comprobado que el 90 por ciento de la competencia desleal en el transporte ligero se produce dentro en los transportes a particulares y dentro del ámbito de la propia localidad o localidades colindantes, la gestión del distintivo correspondería a los propios Consistorios.

Competencia sancionadora

Para que el sistema funcione «es necesario completar el círculo, y cerrar el convenio en materia de competencias sancionadoras en materia de tráfico con las Comunidades Autónomas y que los Ayuntamientos perciban parte del dinero recaudado por estas multas». Tal y como está redactada la normativa vigente éstas dependen de los municipios y Guardia Civil de Tráfico, sin embargo el dinero recaudado acaba de forma íntegra en la caja de las haciendas autonómicas. Es por ello por lo que desde la Administración General, a través del Ministerio de Fomento, se debe «incentivar que se instaure de forma general este sistema de control u otro similar así como impulsar el diálogo entre Comunidades y Ayuntamientos para completar los convenios».

A pesar de que son muchos los trámites por desarrollar lo cierto es que en pocas semanas se pondrá en marcha el primer proyecto piloto en «un municipio del norte de España con unos 300.000 habitantes». La iniciativa ha sido muy bien acogida tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de la propia Comunidad Autónoma y con el objetivo de hacerlo extensiva al resto de España «la idea es en el corto plazo poner la propuesta así como los resultados y números de la misma encima de la mesa del Ministerio de Fomento».

Desarrollo de centros logísticos

«Es inconcebible que estemos facultando la economía sumergida desde los municipios. Con el distintivo de transporte seguro conseguiríamos reconvertir un sector que ha sufrido una caída del 20 por ciento de activos durante la crisis; ese es el objetivo», insiste el representante de Upta.

El programa «distintivo de transporte seguro» vendría acompañado además de la creación de centros logísticos de transporte ligero, a semejanza de los existentes en el sector del taxi. «Lugares hay. Todos los municipios tienen espacios que pueden destinarse a ser las cocheras de los transportistas que además facilitarían el control por parte de los agentes», de hecho tal y como explican se rentabilizarían determinadas áreas municipales en desuso a través de su reconversión, se mejoraría la seguridad vial y se descongestionaría el tráfico en las ciudades.