Aplausos se impusieron a los pitos al himno en la Copa del Rey

Un sector de la afición del Barcelona intentó convertir la final de la Copa del Rey en un hecho político, en pleno proceso judicial contra el desafío de independencia por el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, mediante el uso de banderas separatistas y camisetas amarillas como homenaje a los políticos en prisión preventiva por los presuntos delitos cometidos el pasado otoño.

Cuando el Rey entró al palco del estadio junto al ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Mendez de Vigo, comenzó a sonar el himno nacional a todo volumen. Parte de la afición del Barcelona empezó a silbar, como lleva haciendo varios años en todas las finales deportivas con presencia de la Corona.

Esta vez, los movimientos independentistas habían llamado a la afición del Barcelona a intensificar la protesta contra el jefe del Estado como rechazo al discurso que protagonizó el pasado mes de octubre para rechazar el referéndum ilegal celebrado en Cataluña el 1-O y exigir el cumplimiento de la Constitución y el Estatuto de autonomía.

Mientras gran parte de los asistentes catalanes a la final de la Copa del Rey de este año en el Wanda Metropolitano pitaban a Felipe VI, el resto del estadio le expresaba su respaldo tarareando el himno de España con el ya tradicional «Lolo,lolo,lololo,lolololó…». El sonido del himno y los cánticos de acompañamiento taparon las protestas de los independentistas, que podían escucharse gracias al uso de pitos pero que en gran medida quedaban tapados por los apoyos mayoritarios al monarca y al himno.

En el fondo ocupado por los aficionados del Barcelona, encendieron una vengala azulgrana justo cuando los jugadores saltaron al césped y mostraron banderas independentistas. Mientras, en el resto del estadio predominaban las banderas de España.