Batacazo del PP en Cataluña

El colaboracionismo de Xavier García Albiol se queda con 11 escaños

«No son lo que esperábamos ni son lo que queríamos», se lamentaba el líder del Partido Popular de Cataluña Xavier García Albiol, que pierde 8 escaños con respecto a las elecciones de 2012. Los populares han obtenido el 8,47 por ciento del total de los votos, lo que le da 11 escaños en el Parlament, aún así «son más que los 6 – 7 que las encuestas señalaban a mitad de julio», afirmaba Albiol.

El discurso de García Albiol se ha centrado en el fracaso de «los que platearon las elecciones como plebiscito» ya que «la suma de votos no les permite afrontar el reto rupturista» destacando además que «la alta participación que pone en evidencia que una mayoría de los catalanes no estamos por la fractura ni por la división».

El líder del PP Catalán ha repasado la trayectoria de los años de Gobierno de Artur Mas que tras haber convocado elecciones tres veces durante su mandato y haber roto su coalición con Unió se queda «como hace cinco años. No ha merecido la pena dividir a la sociedad»,  ha sentenciado.

Muy similar ha sido la comparecencia del portavoz del Partido Popular en Madrid, que no ha dudado en afirmar que «para este viaje no hacían falta alforjas. Artur Mas ha perdido, ha fracasado y se ha cargado su partido».

Un proyecto ilusionante

En la línea de la colaboración que ha mantenido durante toda la campaña, el líder del PP catalán ha dejado abierto el apoyo a la candidata de Ciudadanos Inés Arrimadas, «sigue en pie sin condiciones» para añadir que el discurso de la pupila de Albert Rivera «me deja descolocado por la petición de elecciones anticipadas que acaba de formular».

Con respecto al futuro de los populares catalanes tanto dentro como fuera del Parlament, los once diputados populares trabajarán dedicados al 100 por cien «en un proyecto ilusionante para la defensa de los que nos sentimos catalanes y españoles».

Por otra parte y en referencia al futuro Govern en el que de alguno u otro modo participará Artur Mas, espera «que a partir de mañana impere el sentido común, las prioridades reales y lo que nos preocupa en la calle».