“BitCoin”, ¿dinero de Monopoly?

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“Por favor, póngame una Coca-Cola. El camarero responde: “¿Le vale Pepsi? A lo que inmediatamente el cliente responde: “¿Le vale el dinero del Monopoly?”. Un chiste fácil de redes sociales con el comenzar a hablar de esa moneda electrónica que no existe llamada Bitcoin. Un medio de pago al filo de la ley, no controlada por las autoridades monetarias y que tiene un valor muy volátil dependiendo del día. “El valor de esta moneda se calcula mediante un algoritmo que mide la cantidad de movimientos y transacciones con Bitcoin en tiempo real. El 13 de febrero del 2014 el valor era de 475 euros. Cuando nació se cotizaba a menos de un dólar”, comenta Francisca Serrano, trader y autora de “Mueve tus ahorros y gánate un sueldo”.

BitCoin nació en 2009 de la mano del misterioso Satoshi Nakamoto, de nombre irreal, como el valor de su dinero, si me lo permiten decir. Pero si creen que nadie lo usa están absolutamente fuera de onda. Argentina, Corea del Sur, Japón o Estados Unidos están en el Top Ten de países que más transacciones en BitCoins hacen, es más, parece ser que cada día se mueven unos 20 millones de dólares a través de estos “billetes”.

Hay dos maneras de hacer uso de esta moneda: como inversión o para gastar el dinero en los lugares donde aceptan BitCoins. Por ejemplo, Showroomprive.com ya acepta que sus usuarios puedan pagar sus productos con este dinero abstracto. Pero no es la primera vez que se usa, por ejemplo lo primero que se pagó en BitCoin fueron unas pizzas, tal como cuenta Jorge Ordovás, responsable del desarrollo de Servicios Financieros en Telefónica y experto en esta divisa. “En 2013 en un concesionario de Lamborghini en California, se abona un modelo Tesla de 103.000 dólares igual a 91,4 Bitcoins. Sin impuestos”, cuenta Serrano.

Pero es la primera opción la que más éxito tiene, hacer una pequeña inversión y esperar a que el valor de la moneda se mueva. El noruego Kristoffer Koch invirtió 27 dólares en 2009, ahí lo dejó, se olvidó de ello. 4 años más tarde se acordó y miró por curiosidad “casi se muere del susto”, dice la trader, “sus 27 dólares se habían convertido en 5.000 Bitcoins, valor del momento 885.520 dólares”.

Esto es una alegría, no cabe duda, pero convendrán conmigo en que el uso de BitCoin es como tener en su cuenta un papel en blanco donde pone “vale por 300 euros”. Es un sistema que sirve de escondrijo perfecto para estafadores y mafias que blanquean dinero, pues es un intercambio libre como el viento, sin impuestos y esquivando el pago fiscal. “Son transacciones cifradas y sin nombre entre dos usuarios. No hay impuestos. El ejemplo más claro: el IVA”, nos aclara Serrano.

Ordovás cree que seguramente «esta nueva moneda sea una burbuja» aunque espera que siga evolucionando y que «los Gobiernos la regulen para que llegue a más ciudadanos». Algo con lo que está de acuerdo Serrano quien afirma que a día de hoy esta tecnología tiene deficiencias pero que si hay soluciones «y los Estados lo aceptan, «va a ser un buen cambio en el sistema monetario». Desde Saxo Bank, su CEO, Lars Seier Christensen afirma que ello no operan con BitCoin aunque afirma que podría hacerse un hueco en la economía real. Por un momento, el directivo se arrepintió de no haber invertido en su momento: «Cuando vi que cotizaba a 1.000 dólares me quería morir», ha dicho desde Saxo Bank.

¿Ustedes dejarían que su empresa les pagara el sueldo en moneda Bitcoin? Apuesto a que no. Pregunten a su alrededor y vean que no están solos.