Nos cuentan que en Repsol los becarios, tanto de universidades como de FP, comían en la sala de café, de pie y con su tupper en los poyetes de las ventanas a modo de mesa. No había ningún comedor habilitado, a pesar de que se había demandado en algunas ocasiones, nos cuentan. Los becarios en formación se llevaban la comida de casa cuando se dejaron de dar los vales de comida y tuvieron que tirar de tartera para ahorrar.
La madre de uno de los becarios decidió quejarse de esto a través de un medio de comunicación, diciendo que su hijo comía de pie porque Repsol no tenía un comedor para llevar su propia comida.
Parece ser que la queja llegó a oídos del mismísimo presidente de la petrolera, Antonio Brufau, dijo que eso no podía ser y se hizo una sala, que se llama «Innovación». Un lugar donde se puede comer de tupper y donde se hacen reuniones improvisadas e informales, cumpleaños o tomar un café.