Le acusa de obligar a los fabricantes de a incluir algunas de sus aplicaciones en este sistema operativo

La Comisión Europea prevé aprobar mañana una serie de cargos contra Google por su sistema Android. En concreto, le acusa de obligar a incluir algunas de sus aplicaciones a los fabricantes que optan por este sistema operativo sin que el consumidor las haya elegido.

“Nuestra preocupación es que, al exigir a los fabricantes de los teléfonos y a los operadores que incorporen una serie de aplicaciones de Google, en lugar de dejarles decidir por sí mismos, Google puede haber interrumpido una de las mayores vías por las que los consumidores pueden acceder a nuevas aplicaciones”, desgranó la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Ahora, el gigante estadounidense puede realizar alegaciones, pero si éstas no convencen a Bruselas se arriesga a una multa de hasta el 10% de su facturación, una cuantía que en el caso de Google rondaría los 6.500 millones.

La Comisión Europea, que lleva un año recabando información, estudia si Google favorece sus propias aplicaciones y, por lo tanto, desplaza a otros competidores.

Pero la compañía niega tales acusaciones. “Cualquiera puede usar Android, con o sin las aplicaciones de Google. Los fabricantes y los operadores pueden decidir cómo hacerlo y los consumidores tienen la última palabra sobre qué aplicaciones quieren utilizar en sus dispositivos”, asegura un portavoz.

Acusaciones estadounidenses

La noticia ha causado malestar en Estados Unidos porque considera que el organismo europeo está castigando la innovación norteamericana. Y es que ésta no es la única vez que sanciona a una de las grandes empresas del país.

El anterior fue Microsoft, que se enfrentó a una multa de casi 1.700 millones por incorporar el navegador de la compañía, Internet Explorer, en su oferta para los PC.