Bruselas ratifica la desaceleración de la economía europea

Factores externos como  la ralentización de la economía de mercados emergentes como China, la caída de intercambios comerciales y la incertidumbre política condicionan el crecimiento de la economía europea. Tal así que el Comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, ha rebajado una décima el crecimiento previsto. De esta forma, deja el avance del PIB en un 1,7 por ciento para la zona euro y en el 1,9 por ciento para el conjunto de la UE, cifras que crecerán al 1,9 y el dos por ciento respectivamente en 2017.

Este crecimiento se hará notar en todos Estados miembros de la CE, aunque no será al mismo nivel. Asimismo, auguran un crecimiento para España muy por encima del esperado en la zona euro y se situará en el 2,8 por ciento en 2016, a un punto de diferencia del crecimiento de la economía alemana (1,8 por ciento), y en el 2,5 por ciento para 2017.

Pese a que este crecimiento es mayor, Bruselas ha elevado al 4,8 por ciento el objetivo de déficit de España previsto para 2015, al 3,6 por ciento el de  2016 y no bajará de los tres puntos porcentuales hasta 2017, cuando se espera que se sitúe en el 2,8 por ciento. Por lo tanto, el nuevo Gobierno se vería obligado a introducir nuevas medidas que permitan un recorte de casi 9.000 millones de euros si la Comisión no flexibiliza sus objetivos.

Por su parte, el paro de la zona euro debería reducirse al 10,5 por ciento en 2016 y al 10,2 por ciento en 2017 y al 9,5 y nueve por ciento respectivamente en el conjunto de la Unión Europea. Cifras muy lejanas a las elevadas tasas de desempleo que continúa protagonizando España y las cuales, según Bruselas, no bajarán del 20 por ciento hasta 2017.

Deuda e inflación

La deuda pública también continuará con un crecimiento a la baja, pasando del 93,5 por ciento del PIB en 2015 al, al 92,7 por ciento para este año y se reducirá al 91,3 por ciento en 2017.

Por su parte, los precios seguirán siendo “muy bajos” en la primera mitad del año, afirma Moscovici, por lo que deberían comenzar a repuntar en la segunda parte del año motivado por una disminución del impacto de la caída de los precios del crudo, alcanzando así una inflación del 0,5 para 2016 y del 1,7 por ciento en 2017.