Caixabank gana un 24,3% menos hasta marzo

El Grupo CaixaBank obtuvo en el primer trimestre un beneficio atribuido de 533 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 24,3% que se explica por los menores resultados cosechados en Repsol y BFA y la ausencia de plusvalías anotadas un año antes en el luso BPI.

En concreto, el pasado año sumó 193 millones de euros que no se han repetido: 53 millones en resultados de Repsol que ya no se anota tras el acuerdo de venta, 76 millones por la reclasificación contable que efectuó de BFA, el banco de Angola de BPI, y 54 millones en revalorización de la participación de BPI en Viacer.

Si se neutralizan dichos extraordinarios, el beneficio habría subido un 4,3%, ya que compararía con un resultado neto atribuido de 511 millones en el primer trimestre de 2018, precisó este martes la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La evolución de la cuenta se apoya en un incremento del 3,1% en los recursos de clientes durante el trimestre, que alcanzaron los 10.981 millones de euros. El saldo en ahorro a la vista aumentó un 3,3% y un 1,8% en depósitos a plazo. Por su parte, los activos bajo gestión se incrementaron un 3,7%, hasta los 97.454 millones; con expansiones del 3% en el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs.

El crédito bruto con clientes avanzó a su vez un 0,8% en el trimestre y se situó en 226.432 millones, pese a que el saldo en hipotecas aún descendió un 0,7% por el desapalancamiento de las familias. Sin embargo, el crédito al consumo creció a ritmos interanuales del 3,1% y la financiación a empresas al 2% en la cartera de crédito sano (excluídos dudosos).

Por otra parte, la entidad alcanzó los 4 millones de nóminas domiciliadas, tras captar 350.000 nuevas nóminas entre enero y marzo, lo que supone un aumento del 5% en comparación con las contabilizadas 12 meses atrás, y equivale a gestionar el 26,9% de cuota de mercado.

Así, la contribución a resultados del negocio bancario y asegurador ascendió a 415 millones de euros con una rentabilidad sobre activos tangibles (ROTE) del 9,9%. Por su parte, la aportación del negocio de participaciones sumó 60 millones y el luso BPI otros 58 millones.

La buena marcha de la actividad comercial está detrás precisamente de la mejora del resultado, ya que los ingresos ‘core’ del negocio generaron 2.027 millones (+0,9%), apoyados por un aumento del margen de intereses del 2,9%, hasta los 1.237 millones, y a pesar del descenso de las comisiones del 2,2%, hasta los 612 millones.

En la parte baja de la cuenta los gastos de administración y amortización recurrentes subieron un 4,7% por las inversiones derivadas del plan de transformación de la red (oficinas Store, InTouch), un mayor gasto en tecnología y en nuevas iniciativas comerciales, y nuevos requerimientos normativos, indicó la entidad.

En cuanto a la calidad del balance, su ratio de morosidad se redujo en 13 puntos básicos en el trimestre, hasta el 4,6%. Los saldos dudosos descendieron en 212 millones tras la gestión activa de la morosidad, y se situaron en 10.983 millones (esta partida retrocede en 2.712 millones en los 12 últimos meses).

Por su parte, la cartera de adjudicados disponibles para la venta se redujo desde 5.810 millones a 813 millones de euros gracias a la venta de grandes portfolios.

Respecto a la solvencia, el ratio de máxima calidad o más exigente CET1 del grupo se situó en el 11,6%, por encima del 11,5% con que finalizó el ejercicio 2018. Caixabank precisó que fue capaz de generar 13 puntos básicos de forma orgánica y 12 puntos por la evolución positiva de los mercados y otros impactos, pero el ratio se diluye por los mayores requerimientos de capital por la IFRS16 y por la financiación de bienes inmuebles.