Calviño sobre los Presupuestos: «No vamos a tirar la toalla antes de empezar»

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, reconoció este miércoles que la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2019 será complicada, pero agregó que el Ejecutivo está decidido a hablar y «no va a tirar la toalla antes de empezar».

«Difícil no es imposible», declaró durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press en alusión a la resistencia de los partidos catalanes ERC y PDECat a dialogar sobre las cuentas del Estado si no reciben compensaciones políticas en Cataluña a cambio.

«No entiendo la sorpresa», indicó en alusión a la reacción que ha causado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase este martes que presentará los Presupuestos en enero con el argumento de que es el mensaje que llevan reiterando desde siempre.

«La ministra de Hacienda y yo no hemos dicho nada distinto: que es nuestro plan A. No entiendo la sorpresa cuando es lo que venimos diciendo tres veces al día durante los últimos tres meses», remarcó.

Detalló que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está volcada en los contactos con los grupos políticos y hay una «base buena para construir un acuerdo con Podemos», al haber incluido medidas de marcado carácter social. «Sobre esa base podremos construir los procesos necesarios», confió.

Calviño refirió que los organismos internacionales como el FMI, la OCDE o Bruselas, han valorado que el proyecto de Presupuestos cuenta con «una buena base» por el acento en la disciplina fiscal y el crecimiento inclusivo, negándose a elucubrar sobre alternativas si fracasa el acuerdo.

En este punto la ministra afirmó que serán los partidos que no los apoyen los que tendrán que explicar a la ciudadanía su posición y defendió que la base del proyecto es «razonable».

La ministra señaló que si no se aprueban los Presupuestos y simplemente se prorrogan los heredados del Gobierno del PP el déficit de España será del 2,1% y no del 1,8% previsto, reduciendo el esfuerzo comprometido.

En materia económica aseguró que todos los indicadores apuntan a que la economía acabará creciendo al 2,6% previsto este año y el déficit bajará al 2,7% estimado, mientras que el volumen de la carga de la deuda podría ser inferior al 97% fijado como objetivo.

El peso se podría reducir por debajo de dicho umbral gracias a un incremento de las recaudaciones fiscales superior al previsto y que autonomías como Andalucía y Baleares hayan acudido a los mercados, reduciendo así las necesidades de endeudamiento.

El Tesoro prevé, de hecho, acabar el año con una emisión de deuda neta inferior en 5.000 millones de euros a la prevista (se reducirá a 35.000 millones, frente a los 40.000 millones previstos), consiguiendo además con ello un ahorro extra para las arcas de 2.000 millones en costes de financiación.