Calvo asegura que el Gobierno «va a hacer Presupuestos» pese al rechazo de la Mesa del Congreso

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró este miércoles que el Ejecutivo «va a hacer Presupuestos» para 2019 y que no están «condicionados» a la capacidad del presidente, Pedro Sánchez, de convocar elecciones generales.

En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, Calvo rechazó presentar un decreto para modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria y esquivar el veto del Senado a la senda de déficit después de que la Mesa del Congreso de los Diputados, con los votos del PP y Ciudadanos, rechazara la petición del PSOE de tramitar por vía de urgencia y en lectura única la proposición de ley de reforma.

Subrayó que al ser una ley orgánica no se puede modificar mediante un decreto, y acusó al PP y a Ciudadanos de «bloquear, literalmente», el funcionamiento del Congreso, mostrando que no han recibido «ningún mensaje» de lo que supuso la moción de censura.

La Mesa de la Cámara, afirmó, califica las iniciativas y ordena los debates, pero no puede «impedir» el debate, y menos de una iniciativa cuyo objetivo último «es que España tenga Presupuestos» para restituir «todo lo dañado» en el Estado del bienestar y en los derechos y libertades de los ciudadanos.

Calvo denunció que el Gobierno del PP, desoyendo un informe «contundentísimo en contra» del Consejo de Estado, introdujo en esa ley una «excepcionalidad» para que el Senado pueda hacer con esa norma lo que no puede hacer con ninguna otra, que es vetar la decisión del Congreso de los Diputados.

Dejó claro que en todo caso el Gobierno «va a hacer Presupuestos», aunque no respondió explícitamemte a la pregunta de si está dispuesto a hacerlos con la senda de déficit del anterior Ejecutivo. Sobre si el presidente convocará elecciones en caso de no poder sacar adelante esos Presupuestos, dijo que no están «condicionados» a esa potestad y que el Gobierno no se ha movido «un milímetro» de los objetivos y los tiempos que definió «el primer día» tras la moción de censura.

CONFLICTO CATALÁN

También afirmó la intención del Gobierno de «agotar todas las posibilidades» de la política para resolver la situación en Cataluña, sabiendo cuáles son los «límites» para tener que actuar en el plano jurídico en caso de que las «proclamas» independentistas pasaran a «los hechos».

Negó que tras el discurso del día anterior del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, esté más cerca la aplicación del artículo 155 de la Constitución. «De lo que estamos más cerca es de ayudar a resolver esta crisis que tiene nuestro Estado», provocada por el planteamiento «unilateral» de los independentistas, de forma «incomprensible» en el siglo XXI y en el marco de una democracia «solvente y madura» como es la española.

Recordó que hace meses los independentistas proponían como candidatos a las elecciones a personas que estaban en prisión o que habían huido de la Justicia, y Torra sí podía asumir el cargo de acuerdo a la ley. Eso, dijo, es una muestra de que la aplicación del artículo 155 «ha cubierto bien el objetivo del que se trataba, que era reponer el orden constitucional y la legalidad impecable en Cataluña».

Sin embargo, en el campo político se decía «hay que hablar, ha faltado hablar», y ahí es donde el Gobierno quiere actuar y «agotar todas las posibilidades». «Ahí es donde estamos y no nos vamos a mover», afirmó. La democracia, insistió, tiene un espacio político que «hay que agotar», lo cual no significa que se haya «bajado la guardia», como muestra la reacción del Ejecutivo ante dos normas de la Generalitat en las últimas semanas.

Calvo alertó de que la situación en Cataluña no se resuelve con «alharacas, frases o bravatas», sino en un espacio «donde todo el mundo sienta la responsabilidad» y sea consciente de que se trata de un asunto «del que hablará la Historia», con los nombres y apellidos de quienes ayudaron y de los que no.

«ESTAMOS EN EL CAMPO DE LAS PROCLAMAS»

Junto a esa voluntad de agotar las vías políticas, Calvo dejó claro que el Gobierno tiene «conocimiento profundo, no por teoría sino por práctica», y en la persona del presidente y también de la vicepresidenta, de «cuál es el límite, jurídico, que no se puede pasar», que es el incumplimiento de las normas. Pero la democracia «exige» política, insistió, y ahora «estamos en el campo de las proclamas». En caso de que esas proclamas pasaran a los hechos «el Gobierno sabe dónde tiene que estar».

Al defender la necesidad de «agotar todas las vías posibles» dentro de la política, Calvo se preguntó «si no, qué», dónde conduce el camino que proponen quienes abogan «con tanta rapidez y sencillez» por volver a aplicar el artículo 155, porque las frases pueden ser sencillas pero reconducir la situación actual es «mucho más complejo».

Calvo aseguró que el presidente, Pedro Sánchez, recibirá al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dentro de la «normalidad» democrática, y precisó que unidad no es coincidir políticamente, tampoco en las visiones que cada cual tiene sobre Cataluña y sobre cómo enfocar la situación, sino estar con el Ejecutivo «cuando se produzca una situación crítica», como lo estuvo el PSOE con Mariano Rajoy.

Dejó claro que el objetivo del PSOE es poder llegar a un punto de acuerdo en el que sea posible reformar la Constitución para que todos los territorios estén «cómodos» en el Estado común, y subrayó que en un momento de su discurso Torra reconoció que la legitimidad de la demanda independentista nace del Estatuto de autonomía de hace cuarenta años, es decir, de un espacio constitucional. Incluso utilizó el término «catalanismo», donde hay «un terreno que merece la pena explorar».

Si los catalanes proponen desde su Parlamento mejorar su nivel de autogobierno y reformar su Estatuto, algo que pasaría necesariamente por un referéndum de todos los catalanes en el marco de la Constitución, «estaríamos saliendo» de la actual situación cumpliendo con la Carta Magna y por una vía plenamente democrática, dijo Calvo.

La vicepresidenta negó que el Gobierno dependa de los independentistas y aseguró que el escenario parlamentario no es de «debilidad». Esa realidad, explicó, con varios partidos y necesidad permanente de acuerdos, «ha venido para quedarse» y se repetirá con futuros gobiernos, sean del color que sean, por lo que pidió al PP y a Ciudadanos que «no denosten» esa evidencia y tengan cuidado con los apelativos que utilizan. Recordó que Sánchez fue investido presidente con más escaños que Mariano Rajoy «y eso es democracia en estado puro» porque no hay escaños que valgan más que otros. Si alguien lo planteara, apuntó, «sería una cosa tremebunda».

Sobre la polémica de los lazos amarillos, reconoció que «no ayuda» a superar el clima de tensión en Cataluña, y pidió «responsabilidad» y «evitar la hipocresía», dando relevancia a la reunión de este jueves de la Junta de Seguridad, presidida por Torra y en la que estará el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, como muestra de «normalidad».