Céntimo ‘partío’

Ya lo ven ustedes, que no hay dos sin tres. Primero fue la Comisión Europea, después un abogado general de la Unión Europea, y ahora, por fin, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Nos quedamos sin céntimo sanitario como impuesto especial a los hidrocarburos.

Y quien les habla, como el señor Alejandro Sanz, tiene el corazón partío. Por un lado está que lo celebra, cansado como está de que nos sangren por todo y orden decreciente de prioridad: primero pagan los que menos pueden y al final se libran los que más trampas fiscales pueden pagar. Así que a todas las administraciones que se sumaron al carro, gobernase el partido que gobernase, que el color del dinero es apolítico, la única frase compasiva que les corresponde es aquel famoso “ajo y agua”. Y a devolver lo que les reclamen sus subordinados, sin rechistar y de forma inmediata.

Ahora bien, conociendo como me conozco a estos señoritos que nunca han fregado platos ni servido mesas, cuyo único propósito es cargarse el Estado del Bienestar cueste lo que cueste, esta noticia les viene que ni de perlas: para qué van a pensar en redistribuir las rentas, si el mero ejercicio previo teórico, la recaudación, se la dejan hecho unos zorros. Así que dime, si tú te vas, dime cariño mío, ¿quién me va a curar el corazón partío?

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