Ciego, autista y genio del piano

Derek Paravicini está considerado como uno de los pianistas más extraordinarios, originales y virtuosos actualmente. Debido a su ceguera y autismo, Paravicini ha tenido importantes dificultades de aprendizaje, pero su talento musical innato le ha permitido tocar de memoria cualquier estilo. Su repertorio lo forman decenas de miles de piezas, y es capaz de improvisar con tan sólo escuchar una vez una canción.

Una personal forma de tocar el piano que esta tarde a las 19,30 horas exhibirá en en Madrid junto a los profesores de la Escuela de Música Creativa, en un concierto organizado por Fundación Orange que puede seguirse en directo ‘online’ en el sitio web www.fundacionorange.es/derek.html.

Adam Ockelford, su profesor, que acompaña al pianista en su primera visita a Madrid, «un viaje que le hacía mucha ilusión», ha explicado cómo ha llegado su pupilo a ser el pianista que hoy es, en una conferencia organizada Fundación Orange, en el marco de la labor de esta entidad para la difusión y la sensibilización sobre el autismo.

«El autismo no es una enfermedad, sino un trastorno que dificulta el lenguaje, la comunicación y las relaciones sociales», ha querido destacar en ese acto Manuel Gimeno, director general de la Fundación Orange, por eso entre los afectados por Trastornos del Espectro Autista (TEA) hay desde «personas con discapacidad intelectual o bajo funcionamiento a genios, como es el caso de Paravicini», añade Gimeno.

El pianista fue un gran prematuro ?nació con 25 semanas y poco más de un kilo de peso? y, debido a ello, es ciego y tiene autismo. Eso no limitó su potencial musical, y con tan solo dos años empezó a tocar el piano. «Yo estaba tocando el piano y él entró, me empujó, y empezó a tocar todas las notas a la vez, usando incluso los codos y la nariz», recuerda Ockelford del día en que conoció a Derek cuando tenía sólo cinco años en la escuela para ciegos londinense Linden Lodge donde enseñaba. «Entonces se me ocurrió llevarle a un rincón de la habitación, eso me daba tiempo para tocar algunas notas antes de que el volviera al piano y empezara a repetirlas. Era un juego muy interesante», explica el profesor.

Así se inició una formación personalizada que duró diez años. Como profesor de música de ese centro docente, Ockelford ya había observado la extraordinaria capacidad para la música de muchos niños con necesidades especiales.

«Dicen que hacen falta 10.000 horas para aprender a hacer bien algo, y nosotros lo hemos hecho», ha bromeado Ockelford, «lo hemos hecho», ha repetido Paravicini, algo que hace habitualmente para subrayar las palabras de su profesor.

El profesor británico, que también es compositor, intérprete e investigador, ha desarrollado una teoría que ha denominado ‘zygonic’, sobre el entendimiento de la estructura musical, un estudio que subraya la importancia de la imitación en el campo de la percepción sonora y de la música, y que ha probado ser una herramienta válida para la musicoterapia y la educación.

GRANDES CONCIERTOS

A lo largo de estos años, Derek ha demostrado su talento para la interpretación del género clásico, el jazz, el pop y la música ligera. A los nueve años, daba su primer gran concierto. Fue en el Barbican Centre de Londres, le acompañaba la Royal Philharmonic Pops Orchestra y contaba con tan solo nueve años.

Desde entonces, este joven británico superdotado para la música ha tocado con figuras de la talla de Katherine Jenkins en el Royal Albert Hall, con Rhydian en la Arena de Newport, con Jools Holland en Londres y con David Foster en Phoenix(EEUU).

Su estilo emociona al público y, actualmente, con más de un millón de visitas en YouTube y numerosas apariciones en cadenas de televisión de todo el mundo, de Alemania a Japón, pasando por la CBS, el principal canal estadounidense, Paravicini se está convirtiendo en un fenómeno global.

FUENTE: SERVIMEDIA