Construcción, agricultura y comercio pierden 176.652 autónomos en una década

El comercio, la agricultura y la construcción continúan siendo las actividades económicas que más autónomos emplean en España, pero han visto perder 176.652 de estos puestos de trabajo en la última década mientras se producía un auge de sectores vinculados a las nuevas tecnologías.

Así lo revela un informe de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (Uatae) que detalla que el comercio engloba el 22,14% de los trabajadores por cuenta propia existentes, seguido por la agricultura (11,43%) y la construcción (11,01%).

Por otro lado, las profesiones que más han crecido esta última década son las científicas y técnicas, que aumentan un 2,94% en la proporción sobre el total de autónomos, educación (+1,44%) y las actividades sanitarias y de servicios sociales (+1,29%).

Sobre los trabajos profesionales científicos y técnicos, el estudio destaca la importancia del diseño, la fotografía y la traducción, así como el aumento de periodistas ‘freelance,’ que trabajan para varios medios o como ‘falsos autónomos’.

La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, declaró que “todas estas profesiones han cambiado mucho en la última década a raíz de la universalización de los ‘smartphones’ y las tecnologías de la comunicación”, pero advierte que “son un coladero de falsos autónomos”.

Otras actividades que han experimentado un crecimiento elevado en términos relativos, pero poco notable en términos absolutos, son las actividades inmobiliarias con una subida del 83% en diez años, pasando de 12.300 trabajadores por cuenta propia a 22.500. Además, destacan los oficios relacionados con la información y las comunicaciones (+56%), las actividades recreativas y de entretenimiento (+36%) y las actividades financieras y de seguros (+14%).

Para Landaburu, “estas actividades seguirán creciendo en los próximos años y son actividades que requieren una formación mayor, especialmente las relacionadas con la cultura y que todas ellas han cambiado drásticamente a raíz de la introducción de las nuevas tecnologías”.

En cambio, pierden autónomos actividades como la industria manufacturera (-24.582), transporte y almacenamiento (-26.568) y hostelería (-21.848).

En base a estos datos, Landaburu considera que “las nuevas tecnologías y la modernización de las actividades tradicionales son dos claves para pensar en el trabajo autónomo del futuro”. “La formación para la era digital y fomentar programas del relevo deben ser los cimientos sobre los que se asiente un crecimiento sostenible”, concluyó.