De Guindos desatiende las peticiones del FMI y no subirá el IVA

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró este miércoles que el Gobierno no modificará ningún tipo de impuesto indirecto, incluyendo la reclasificación del IVA, salvo exigencias de la normativa comunitaria, y sostuvo que no hay que seguir «al pie de la letra» las recomendaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Así lo señaló De Guindos en una entrevista en Onda Cero, recogida por Servimedia, en la que aseguró que el Gobierno no modificará «ningún tipo de impuesto indirecto que no venga derivado de modificaciones de la normativa comunitaria».

En este sentido, recordó que el Gobierno cuenta con su propia «ruta» de medidas y «no tiene por qué seguir al pie de la letra lo que dice el FMI». De hecho, apuntó, «no lo ha hecho así», en referencia a las recomendaciones realizadas por la institución internacional hace un año sobre una rebaja salarial del 10% en España.

En cualquier caso, el titular de Economía matizó que desde el Ejecutivo analizan «con cuidado» las recomendaciones del FMI y que tomarán medidas al respecto sobre las indicaciones de la institución relativas a los procesos concursales. En esta línea, indicó que el proceso concursal en España es una especie de «trituradora» de empresas, por lo que se tomarán medidas para evitar que las empresas acaben en liquidación, al ser «la peor solución para todos».

«Cuesta mucho más crear una empresa que evitar que una empresa desaparezca», afirmó el ministro, que abogó por «actuar» ante las liquidaciones de «todo tipo de empresas» derivadas de los procesos concursales.

Reforma Fiscal

Por otra parte, el ministro aseveró que el Gobierno seguirá con las reformas y avanzó que la reforma fiscal será presentada este verano, previsiblemente el próximo mes de julio, para su entrada en vigor el 1 de enero de 2015. De Guindos indicó que la reforma deberá ser «sentida por los ciudadanos» e implicar «menos retenciones» por IRPF en las nóminas, al tiempo que resaltó que se encuadra «perfectamente» en un contexto de reducción del déficit.

La reforma fiscal tendrá que suponer una «simplificación del impuesto» para que sea «más sencillo para todo el mundo», apuntó De Guindos, quien recordó que el impacto económico presupuestario de la reforma está ya marcado en el programa de estabilidad, con una pérdida de ingresos netos de entre 2.500 y 2.600 millones.