Deslices triunfales de Rajoy

Pues sí que ha dado para mucho la entrevista al presidente del Gobierno en una de las radios de este país nuestro. Mariano Rajoy se ha despachado bien a gusto con casi cualquier cosa que a alguien se le pueda ocurrir, incluso con el fútbol y esa españolísima final de la Liga de Campones de la UEFA.

Además que el hombre iba ufano, satisfecho, contento de haberse conocido. No todos los días puede uno salir a contar que los datos del INE dan ciento y pico mil parados menos, y que lo que diga la Encuesta de Población Activa son pamplinas. Eso sí, con un requiebro la mar de estético: hoy no toca hablar de eso, sino de esto, que vaya por dónde me resulta más accesible.

Quizá por sentirse tan satisfecho se le escapó algún desliz al buen hombre, como ese de “que no vuelva a suceder nunca” cuando le preguntaron por los casos de corrupción. Caballero Mariano, para que algo no vuelva a suceder primero tiene que haber sucedido. No es posible decir eso y a la vez que no se tiene conocimiento de lo que hay, porque seguramente no hay nada. Es un silogismo, presidente: lo que no pasa, no puede nunca volver a pasar. No sé si me sigue.

Con todo, mis favoritas son dos. Una, que hemos evitado el rescate; hay qué ver cuán corta es la memoria. Dos, que la reforma laboral ha evitado despidos; que es tanto como decir que la gasolina evita accidentes. Una soberana tontería.

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