Donald J. Trump se enfrenta a la reunión más importante de su corta presidencia esta semana, cuando se reúna con el presidente chino Xi Jinping.

Ningún otro país fue tan critico como China cuando Trump se postuló a Presidente. Y aquellas frases de Trump del tipo: «No podemos seguir permitiendo a China violar a nuestro país, y eso es lo que están haciendo», ó «Es el robo más grande de la historia del mundo» fueron pan de cada día en su campaña.

Era inevitable la reunión con Xi lejos del incendio de las frases de la Campaña electoral – y apuesto que Trump no lo llama violador o ladrón cara a cara. La pareja se reunirá en el complejo Palm Beach de Trump, Mar-a-Lago, el 6 y 7 de abril, a finales de esta semana. Es el único destino de Estados Unidos en el itinerario de Xi.

El comercio es un tema clave. Aunque no esperamos ningún anuncio importante sobre políticas específicas, definitivamente conseguiremos nuestra primera idea de dónde está cada uno realmente, ahora  tienen que lidiar el uno con el otro en la vida real, no en los mundos electorales de Trump.

Los inversores están a la espera de cualquier pista de política comercial, si hay algún progreso tangible y una idea de si los dos hombres cooperarán, a pesar de toda su controversia. Xi posicionó a China como la alternativa a Trump en la cumbre de Davos a principios de este año, defendiendo la globalización y advirtiendo que las guerras comerciales perjudicarían el crecimiento económico. De lo que pase se lo contaremos aquí en Diario Financiero