Ecologistas en Acción concede 48 ‘banderas negras’ a zonas degradadas del litoral español

Ecologistas en Acción ha otorgado este año 48 ‘banderas negras’ a playas y zonas degradadas del litoral de las 22 provincias y las dos ciudades autónomas de España con costa, bien por contaminación o bien por una mala gestión ambiental.

Así se desprende del informe ‘Banderas Negras 2019’, presentado este jueves en Santander y que analiza cerca de 8.000 kilómetros de costa, de los que se han resaltado los casos en los que es más grave su deterioro.

Este estudio, que continúa con el formato lanzado en el informe de 2016, se contrapone a las 669 ‘banderas azules’ concedidas este año por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), de ellas 566 en playas, 98 en puertos deportivos y 5 en embarcaciones turísticas sostenibles.

Ecologistas en Acción ha asignado a cada provincia costera, Ceuta y Melilla una ‘bandera negra’ por contaminación ambiental y otra por mala gestión, si bien precisa que ello «no exime a cada provincia de otra serie de problemas».

En general, Ecologistas en Acción concede 15 ‘banderas negras’ por vertidos de aguas sin depurar, nueve por especulación urbanística, nueve por afecciones industriales, seis a puertos y cruceros, seis por regresión costera, dos por acumulación de basuras y dos por otras actividades, como los fondeos.

Algunas playas repiten ‘bandera negra’, como la del hotel ilegal del Algarrobico (Almería), el proyecto del puerto de San Vicente de la Barquera (Cantabria) o la playa de Els Peixets (Valencia).

El informe incorpora los efectos de la «turistificación» en el litoral español, término que se emplea para referirse a los impactos que provoca el aumento desmesurado de turistas en un lugar determinado (un barrio, una ciudad, etc.) y si se produce en una playa hay consecuencias directas sobre la costa y su entorno, según resalta el estudio.

Al igual que el año pasado, el mayor problema de las costas españolas se centra en vertidos de aguas y su mala depuración. El informe señala que el modelo actual de turismo conlleva la explotación de unos recursos que se encuentran amenazados y sobrepasa la capacidad de muchas localidades para enfrentar a la gran cantidad de turistas que visitan las playas.

«El estudio tiene como objetivo realizar un diagnóstico de la salud de nuestras costas, en el cual alertamos cada año del deterioro que sufren, debido en gran parte, aunque no en exclusiva, a las actuaciones de la industria turístico-inmobiliaria, que tiene en ellas uno de sus principales atractivos para el turismo de masas», indicó Clara Megías, coordinadora del informe.