La morosidad es uno de los principales riesgos para las empresas, tanto así que el 13% están en riesgo de cerrar. Y es que el 74% padecen las consecuencias de los impagos y los de un 31% de las sociedades son significativos.

Según el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, elaborado por Crédito y Caución, la mejora que había experimentado la morosidad en la actividad económica se ha estancado durante el último ejercicio y continúa alejada de los niveles previos a la crisis. Esto se traduce en que una de cada tres compañías sufre impactos significativos, una situación que complica claramente el desarrollo empresarial.

La falta de liquidez continúa siendo el principal motivo que explica la morosidad empresarial. El 62% de las empresas explican que la falta de disponibilidad de fondos se debe al retraso en los pagos de los clientes.

El comportamiento de la Administración con las empresas en cuanto a los pagos también es alarmante. El 13% de las sociedades que trabajan para el sector público soporta tasas de impago que ponen en riesgo su supervivencia, una tasa que ha crecido desde el nueve por ciento del pasado año.

Además, por primera vez desde 2012 se registra un empeoramiento en el plazo, pues sólo el 43% de las empresas hace los pagos en un plazo inferior a 60 días, aunque el porcentaje de aquellas que trabaja por encima de los 90 días se ha reducido un 13%.