El 53% de la población no sigue el tratamiento que le prescribe su médico

El 53% de la población no sigue el tratamiento que le prescribe su médico, según concluye el estudio ‘La participación de los ciudadanos en el cuidado de la salud’, un informe elaborado por la Fundación Salud 2000 y la Asociación de Usuarios de la Comunicación, presentado este lunes en Madrid.

La falta de adherencia al tratamiento genera unos gastos anuales de 11.250 millones de euros y es más habitual entre jóvenes y personas con mayor nivel de estudios, según la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.

«Los jóvenes se creen inmortales. Por ese motivo, no siguen los tratamientos que se les prescriben. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la falta de adherencia responde a motivos como la falta conciliación entre la vida laboral de los pacientes y la aplicación de su tratamiento», explicó el profesor Rafael Carmena, catedrático emérito de Medicina Interna de la Universidad de Valencia y director general de la Fundación Investigación Clínico de Valencia (Incliva).

«Hay que apostar por medicamentos que incorporen herramientas de seguimiento de la adherencia y de los biomarcadores porque aportan ahorro y eficiencia al Sistema Nacional de Salud», afirmó Carmen González Madrid, presidenta ejecutiva de la Fundación Salud 2000.

El objetivo del estudio es la conciliación por parte de los médicos y de los pacientes de herramientas sanitarias que hagan eficientes el Sistema Nacional de Salud (SNS) a partir de la prevención, la relación entre el personal sanitario y los enfermos, la adherencia al tratamiento, las innovaciones tecnológicas y la incidencia de la medicina preventiva.

Los datos del estudio revelan que el 55% de la población estaría dispuesta a retrasar un tratamiento en caso de enfermedad para someterse a un test de medicina personalizada basado en el uso de biomarcadores genéticos.

HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES

Por su parte, el 53,4% de la población general considera que una buena alimentación es el hábito más importante que se debe mantener para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Le siguen el no fumar (25,7%) y hacer ejercicio físico (15,3%). Sin embargo, la ingesta de alcohol sólo es percibida como un hábito pernicioso por el 5,3%, siendo esta apreciación mayoritaria entre los más jóvenes.

El cáncer, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, la diabetes y otras patologías crónicas causan el 63% de las muertes anuales en todo el mundo y supondrán una carga económica de 30 billones de dólares en los próximos 20 años, según el estudio de Movimiento Internacional para el Autocuidado de la Salud.

«La enfermedad del siglo XXI es la crónica no transmisible. Por ello, la concienciación por parte de la sociedad de la importancia de la alimentación es alentador, ya que con ello se previenen la obesidad, la presión arterial alta y el colesterol, lo que los médicos llamamos enfermedades silenciosas que pueden desembocar en un infarto o una hemorragia cerebral», subrayó Carmena.

Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que la obesidad es responsable de 3,4 millones de muertes al año y que hay 1.400 millones de personas con sobrepeso. Por ese motivo, la comunidad médica reivindica la importancia de la dieta mediterránea.

«La obesidad, particularmente la infantil, es uno de los mayores retos que están encima de la mesa actualmente. Por ello, la dieta mediterránea, cuya eficacia está demostrada científicamente, es de suma importancia para reducirla», expuso Carmena.

Por su parte, el 50,2% de la población general y el 56,1% de la población paciente consideran que las nuevas tecnologías ayudan a participar más activamente en el tratamiento y a facilitar su seguimiento. «Las innovaciones tecnológicas son necesarias, pero nunca deben sustituir la labor que desempeñan los médicos», concluyó Carmena.

Fuente: Servimedia