El 56% del ruido en casa lo producen los vecinos

Las conversaciones suponen un 20 por ciento y el sonido de la televisión 13 puntos

Aquellos que viven en un bloque de viviendas lo entienden más que nadie. El descanso no siempre es el deseado debido a los incesantes ruidos que se producen en una comunidad de vecinos. Que si la de arriba con tacones a las siete de la mañana, que si el niño llorando del tercero, el perrito del segundo ladrando… los ‘cumpleaños feliz’ a las doce de la noche… son ruidos que conviven con los habitantes de día tras día.

Pero, ¿por qué se filtra tanto el ruido? Para comprender esta cuestión hay que remontarse a los años anteriores a la crisis, exactamente 2009, año en el que entró en vigor el Documento Básico de Protección Contra el Ruido. Hasta ese momento, se construían paredes de papel entre una vivienda y otra, similares a las que separan las habitaciones del interior. Y es que un buen aislamiento acústico puede reducir los sonidos molestos en hasta un 70 por ciento.

Debido a estas incesantes molestias, Danosa ha diseñado ‘El mapa del ruido en el hogar’, el cual cuantifica de dónde viene cada sonido que se escucha.

El 56 por ciento de este lo producen los vecinos. Concretamente, el 20 por ciento procede de las conversaciones, que se filtran a tono normal, como si el vecino estuviese en el propio salón de cada uno. A esto cabe añadir las televisiones, equipos de música y home cinema, que suponen el 13 por ciento del total.

Luego están las conversaciones en el rellano o el portal del edificio, que suponen un sMapa de ruidosiete por ciento del ruido y que simulan, y nunca mejor dicho, el famoso ‘radiopatio’, ya que se acaba enterando el resto de habitantes del bloque.

Ruidos nocturnos

A ciertas horas de la noche, cuando el silencio es casi absoluto, cualquier ruido por mínimo que sea se escucha a la perfección. Pues se puede conocer exactamente si el vecino ha abierto el grifo o ha ido al baño, ya que la cisterna supone el nueve por ciento del ruido. Lo mismo pasa con los electrodomésticos a deshoras, el lavavajillas o la lavadora pueden perturbar el sueño de algunos de los inquilinos.

Luego están las mascotas, que sí alteran el silencio, pero es mucho menos al que ocasionan sus dueños. Pues, según Donosa, solo suponen el uno por ciento.

La calle

Pese a que más de la mitad del ruido procede del interior, la calle también constituye un factor importante. Y no se trata del que produce el tráfico, sino aquel que provoca la música de las terrazas o los habitantes en los parques. Es el mismo porcentaje que el de las conversaciones de los vecinos, el 21 por ciento. Y es que en ocasiones son tal las conversaciones que, en pleno verano y con la ventana abierta, uno se acaba enterando de los cotilleos del barrio.