El 90% de las empresas registraron retrasos en los pagos de sus clientes

Afecta al 40% del valor de las facturas 

En un entorno de insolvencia, el riesgo de morosidad se incrementa considerablemente. Esto es lo que ha pasado en Europa Occidental, donde cerca del 90% de las empresas registraron retrasos en los pagos de sus clientes. Una morosidad que afecta al 40% de valor de las facturas, según el Barómetro de Prácticas de Pago para Europa Occidental distribuido por Crédito y Caución.

Un porcentaje similar se registra en España. El 87% de las empresas experimentó la morosidad de sus clientes, lo cual afectó al 42% del valor de las operaciones.

Y aunque decae, la situación continuará latente a lo largo de este año en Europa. “Se espera que en 2016 las condiciones del mundo empresarial continúen siendo difíciles en muchos mercados avanzados. Debido al aumento de la incertidumbre que llega del exterior, en concreto por los precios de las materias primas y la ralentización de China, en la mayoría de los mercados solo se prevé una pequeña mejoría en los niveles de insolvencia. En la eurozona, el nivel absoluto de insolvencia es actualmente un 66% más alto que antes de la crisis, y se prevén fuertes aumentos de la insolvencia empresarial en China, Brasil, Rusia y Sudáfrica”, explica la Chief Market Officer de Atradius, Andreas Tesch.

Efecto dominó

Este comportamiento generó un efecto dominó en la cadena de suministro. El 25% de las empresas europeas han retrasado el pago a sus proveedores debido al retraso en el pago de sus clientes, una cifra que crece hasta el 30% en el caso de España. Además, en nuestro país un 20% de las sociedades tuvieron que incrementar sus préstamos bancarios.

La gravedad de la situación ha llevado a que las empresas estén menos dispuestas a vender a crédito a sus clientes empresariales. Solo el 43% de las facturas corresponden a éste tipo (dos puntos porcentuales menos que en el conjunto de Europa Occidental).

Mayor control

Ante la situación, las empresas buscan soluciones con las que hacer frente a la morosidad. El 45% de ellas modificarán su combinación de herramientas de gestión de riesgo para asegurar un firme control sobre la gestión del crédito comercial, un 35% comprobará la insolvencia más a menudo y un 33% incrementará los chequeos del historial de clientes.

«Con este telón de fondo, una cartera de clientes diversificada y un buen control de la gestión de facturas y del seguro de crédito pueden ser de gran valor para limitar los riesgos de impago y garantizar el crecimiento de la empresa, también en momentos difíciles para la economía”, concluye Tesch.