El Banco de España rebaja sus previsiones de crecimiento al 2,6% este año y al 2,2% en 2019

El Banco de España estima que la economía española registrará un crecimiento del 2,6% este año, del 2,2% en 2019 y del 2% en 2020, según sus últimas proyecciones macroeconómicas publicas este martes.

De esta manera, el regulador rebaja en los tres ejercicios sus previsiones sobre el crecimiento del PIB español en una décima en 2018, en dos en 2019 y en una en 2020, ya que sus anteriores estimaciones eran del 2,7%, 2,4% y 2,1%, respectivamente.

El organismo justifica esta revisión a la baja «fundamentalmente por el empeoramiento del entorno internacional», según indicó el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, que, en cualquier caso, matizó que dicho empeoramiento «no está dando lugar a un parón de la economía» sino que «está siendo gradual». «La economía no va claramente a peor», añadió Arce.

En este sentido, Arce también aseguró que a pesar de la desaceleración del crecimiento, España seguirá en la fase expansiva, con tasas de crecimiento por encima de su potencial, por encima del 2%, mientras que su potencial es «significativamante inferior», más cercano al 1%.

Sobre la composición del crecimiento, el Banco de España prevé que en 2018 la demanda nacional aportará 2,7 puntos y la exterior restará una décima. Mientras, la demanda nacional aportará 2,1 puntos en 2019 y 1,9 puntos en 2020, y en ambos años la exterior neta sumará una décima.

Según el Banco de España, “estas proyecciones contemplan una continuación de la actual fase de crecimiento, alentada por los progresos conseguidos en el restablecimiento de los equilibrios macrofinancieros de la economía, que la han dotado de una mayor capacidad de resistencia ante perturbaciones adversas”.

MODERACIÓN DEL CRECIMIENTO

En todo caso, agrega, se recoge una “moderación” del avance del PIB, en un contexto en que las pasadas medidas de política monetaria tendrán un impacto favorable adicional “cada vez menos pronunciado” y el actual tono expansivo de la política fiscal tenderá “a tornarse neutral”.

El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos apunta una serie de riesgos. En el plano interno, subraya, “persiste un elevado grado de indefinición acerca de la orientación futura de las políticas económicas en el contexto actual de fragmentación parlamentaria”.

Sobre la posibilidad de que haya o no Presupuestos en 2019, el director general del Banco de España indicó que tenerlos es «la señal más clara de normalidad democrática», por lo que es «lo deseable». Sin embargo, apuntó que en España si no hay Presupuestos «no se para el sector público» y que las comunidades autónomas ya tienen aprobados sus cuentas.

Por otro lado, el organismo considera que “un hipotético repunte de la incertidumbre asociada a la situación de tensión política en Cataluña representa un riesgo adicional para el crecimiento económico, particularmente en esa comunidad autónoma”.

Desde el supervisor indicaron que los “limitados” avances registrados hasta el momento en el necesario proceso de corrección del elevado endeudamiento público continúan representando un “elemento relevante de vulnerabilidad”. Además, asegura que es “necesario” retomar una agenda de reformas estructurales que impulse el potencial de crecimiento de la actividad y el empleo de la economía española.

En este sentido, además, Arce apuntó que el encarecimiento del petróleo y la apreciación del tipo efectivo del euro «no ayudan» al crecimiento de la economía española, aunque, por el contrario, sí es favorable la reducción de los tipos de interés, cuyos niveles actuales el Banco Central Europeo pretende mantener al menos hasta el verano de 2019.

CONSUMO Y EMPLEO

El Banco de España afirma que el crecimiento económico seguirá basándose en la demanda interna, sobre la que prevé cierta «desaceleración», con tasas «elevadas» pero más moderadas. Sobre este punto, además, el organismo espera que los hogares comiencen a revertir “gradualmente” el descenso pasado de la tasa de ahorro, lo que se traducirá en una “cierta moderación” del consumo privado. Sobre este punto, el director general explicó que esperan un aumento de la tasa de ahorro «por precaución» motivada por la incertidumbre en torno a la economía mundial, europea y española.

Por otra parte, expone que se prevé que el crecimiento de la actividad siga siendo “intensivo” en términos de creación de empleo, lo que dará lugar a nuevos descensos de la tasa de paro, que se situaría ligeramente por debajo del 12% de la población activa a finales de 2020, en concreto en un 11,9%.

Este 2018 la tasa de paro a final del año será del 14,6% y se moderará en más de un punto al cierre del 2019, ejercicio en que se situará en el 13,2%.

En cuanto a la evolución del déficit público, prevé que el desequilibrio de las cuentas del conjunto de las Administraciones cierre 2018 en el 2,8% del PIB, para situarse en el 2,5% en 2019 y en el 2,2% en 2020, por encima tanto de los actuales objetivos fijados por el Gobierno del PP como de los nueva senda que propone el actual Gobierno socialista.