El Congreso aprueba los presupuestos de 2016 con el apoyo del PP

Con ello se disuelven las Cortes y se da vía libre a la convocatoria oficial de elecciones

La tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 ha finalizado con su aprobación al obtener la mayoría de los votos, todos procedentes del Partido Popular. De esta forma se pone fin a meses de debates y se da vía libre a la convocatoria de las elecciones del 20 de diciembre.

Sin embargo, las críticas de la oposición han permanecido hasta el último momento ya que tachan de «electoralistas» a los presupuestos para los que ninguna de las 7.600 enmiendas parciales presentadas por el resto de grupos parlamentarios han sido aceptadas.

Todo lo contrario ha defendido Rafael Hernando, el portavoz del PP en el Congreso, quien considera que los PGE son «una proyección para el año futuro que se basan en el cambio que se ha producido en España». En este sentido, Hernando ha asegurado que estos «son los presupuestos que consolidan nuestro crecimiento» después de haber vencido durante varios años los «pronósticos de la UE».

Con ellos, la Administración Central se compromete a reducir el déficit público al 2,8 por ciento del PIB, a rebajar el gasto no financiero hasta los 123.394 millones de euros (4,4 puntos porcentuales menos) y a que esos mismos ingresos se incrementen ocho décimas, lo que se traduce en 134.773 millones de euros. En línea con esto último, el Gobierno prevé que los ingresos tributarios crezcan un cuatro por ciento hasta 193.520 millones, con una recaudación de 75.432 millones por IRPF, lo que supone un aumento del 3,4 por ciento. Por su parte, el gasto social se incrementará un 3,8 por ciento y representará el 53,5 por ciento del total del presupuesto. Además, los funcionarios verán incrementada su nómina salarial en un uno por ciento.

Pese a ello, el resto de partidos de la oposición se han mostrado contrarios al proyecto del PP, que han calificado de «poco realista». Desde el grupo socialista, Antonio Hernando ha asegurado que se trata de unos «presupuestos caducados que no son creíbles, al igual que las previsiones de crecimiento». «Los votantes y electores están hartos de sus mentiras, sus recortes y la corrupción», ha aseverado.

Asimismo, desde UPYD, Rafael Calduch ha cuestionado «la viabilidad de estos presupuestos» al igual que Joan Coscubiela, diputado de Izquierda Plural, que los considera «ficticios y esperpénticos», además de ser «profundamente centralistas» que tratan de reducir el déficit público «asfixiando a las CC.AA».

En este sentido, Pere Macías, diputado por Barcelona del grupo parlamentario catalán ha lamentado que la política gubernamental se haya centrado «fuertemente» en el Estado español habiendo experimentado el gasto de las administraciones «una evolución muy distinta».

De la misma manera, desde los grupos parlamentarios mixtos han calificado los PGE como «electoralistas», unos presupuestos que han «inventado un optimismo tan fuera de la realidad que incluso les han llamado la atención desde otras instancias», según ha destacado Mª Olaia Fernández, diputada por Pontevedra.

«Este es el último proyecto que se convertirá en ley gracias a los únicos votos del PP», han asegurado la mayoría de grupos de la oposición tras declarar que su presentación constituye un «fraude» porque el Gobierno que se forme tras las elecciones del 20 de diciembre deberá «gestionarlo y cambiarlo».

Asun Infante/Yasmina Pena