El Cortes Inglés celebrará un consejo extraordinario en junio para cesar a Dimas Gimeno

El Consejo de Administración de El Corte Inglés decidió este miércoles por unanimidad que en la primera quincena de junio se celebre una reunión extraordinaria en el que se debatirá y votará el cese o la continuidad del actual presidente de la compañía, Dimas Gimeno.

De esta forma, Gimeno no seguirá al frente de El Corte Inglés, ya que en el Consejo de hoy siete de sus diez miembros expresaron su intención de votar a favor del cese, según informaron a Servimedia fuentes de la compañía.

Se trata, concretamente, de las hermanas Marta y Cristina Álvarez, máximas accionistas de la compañía; los dos consejeros delegados, Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo; los consejeros Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echevarría; y la representante de Cartera Mancor, Paloma García Peña.

Los tres consejeros restantes son el propio Dimas Gimeno, Manuel Pizarro y Shahzad Shahbaz, representante del jeque Al Thani. Estos dos últimos, que sí votaron este miércoles a favor de la celebración del consejo extraordinario para tratar el posible cese de Gimeno, no expresaron, sin embargo, su posición sobre dicho punto.

La fecha concreta en la que tendrá lugar el Consejo extraordinario queda todavía por determinar, pero será dentro de los 30 días que los Estatutos de la compañía establecen que el presidente tiene para convocarlo después de que al menos un tercio de los consejeros lo solicite, algo que ya ocurrió a mediados de mayo.

En caso de que el cese de Gimeno se confirme en el Consejo extraordinario de junio, éste seguiría en su condición de consejero, mientras que en esa misma reunión se elegirá a un nuevo presidente, cargo para el que, de momento, según fuentes de la compañía, no se conoce ningún candidato.

CUENTAS Y SALIDA A BOLSA

Además de la celebración del Consejo extraordinario, la reunión de este miércoles tenía otros puntos en el orden del día. Así, el Consejo aprobó por unanimidad las cuentas y el informe de gestión del ejercicio 2017, cerrado a 28 de febrero de 2018.

Por otro lado, en el orden del día también estaba previsto decidir sobre la salida a Bolsa de la compañía. Sin embargo, tras la exposición de Dimas Gimeno sobre este punto, del que es el principal valedor, el resto de consejeros decidió no debatirlo al considerar que se trata de una cuestión que corresponde a los consejeros delegados, Jesús Nuño de la Rosa y Víctor del Pozo.

A este respecto cabe destacar que en octubre de 2017 el Consejo de Administración de El Corte Inglés decidió retirar las funciones ejecutivas del cargo de presidente, reduciendo el poder de Gimeno, y pasando a ser asumidas por los dos consejeros delegados.

ANTECEDENTES

El origen del conflicto en El Corte Inglés se sitúa en 2014, tras el fallecimiento de Isidoro Álvarez. Éste eligió como sucesor al frente de El Corte Inglés a su sobrino, Dimas Gimeno, pero la mayor parte de las acciones de la compañía en manos de Álvarez recayeron en sus hijas adoptivas, Marta y Cristina.

En concreto, la Fundación Ramón Areces, de cuyo patronato forman parte tanto las hermanas Álvarez como Dimas Gimeno, controla el 37,39% de las acciones de El Corte Inglés, seguida por la sociedad IASA, con el 22,18%. A su vez, el 69% de IASA pertenece a las hermanas Álvarez, mientras que Gimeno, la madre de éste, María Antonia Álvarez, y su tío, César Álvarez, ambos hermanos de Isidoro, poseen el 31% restante.

Desde entonces, la gestión de IASA, así como la herencia recibida por cada una de las partes ha dado lugar a la interposición de varias denuncias judiciales. Además, el control de las hermanas Álvarez en IASA les permite decidir sobre el reparto de dividendos en dicha sociedad, quedando a su merced la otra parte.

Esto supone un problema para Gimeno, su madre y su tío, ya que mientras la configuración del Impuesto de Sucesiones en la Comunidad de Madrid apenas afecta a los descendientes directos, es decir, a Marta y Cristina Álvarez, sí conlleva un mayor pago de este tributo, en concreto del 30% de lo heredado, para el sobrino y los hermanos de Isidoro Álvarez, que requieren una mayor liquidez para poder hacer frente a dicho pago.

En este sentido, la decisión por parte de las hermanas Álvarez de reducir el capital de IASA en más de 120 millones de euros dio lugar a la denuncia de María Antonia y César Álvarez.