El deflactor del PIB, ajustando el crecimiento de la economía

Una de las razones fundamentales que solemos citar para invertir nuestro dinero es la de conservar su poder adquisitivo. Si nos limitamos a mantenerlo en efectivo y los precios suben, estaremos perdiendo capacidad de compra por efecto de esa inflación.

La inflación se refiere a la variación de precios que sufre el PIB, es decir, el conjunto de bienes y servicios finales producidos por un país en un determinado período de tiempo (normalmente un año).

Habitualmente, la inflación se utiliza de forma indistinta con el término IPC (Índice de Precios de Consumo). Aunque no es exactamente lo mismo, éste puede servir como una buena orientación acerca de la variación del coste de la vida. El IPC es una medida estadística de la evolución de los precios de una cesta de la compra estándar consumida por una familia media (en España, es elaborado por el Instituto Nacional de Estadística).

Qué es y para qué sirve el deflactor del PIB

La inflación es un fenómeno habitual en la economía, aunque debe estar bajo control. En períodos de bonanza los precios tienden al alza (por el incremento de la demanda), mientras que, por el contrario, en épocas de crisis los precios se contienen (o incluso bajan). Los Bancos Centrales de las principales zonas económicas, entre ellos, el Banco Central Europeo, tienen entre sus mandatos el de mantener una situación de estabilidad de precios, que se corresponde con una inflación cercana, pero inferior, al 2%.

Como los precios de los distintos bienes y servicios varían a lo largo de los años por la inflación, se hace necesario establecer alguna forma de eliminar este efecto para poder comparar unos años con otros, y saber si la economía está creciendo realmente o lo que están aumentando son los precios.

Aquí es donde entra en juego el deflactor del PIB, que mide las variaciones de todos los bienes y servicios producidos en la economía respecto a un período de referencia, eliminando las fluctuaciones de precios.

El deflactor del PIB se establece dividiendo el PIB nominal de ese año entre el PIB real o a precios constantes, que se calcula tomando los precios del año considerado como base.

Veamos esto con un sencillo ejemplo.

Imaginemos que el PIB de un país en 2010 se corresponde con la producción de 10 coches, a 10.000 euros cada uno. En 2011 se han producido 11 coches, a 13.000 euros.

PIB 2010 = 10 x 10.000 = 100.000.

PIB 2011 = 11 x 13.000 = 143.000.

En principio, parecería que la economía ha crecido un 43% de un año para el otro. Sin embargo, hay que tener en cuenta la variación de los precios.

¿Cuál es el deflactor del PIB en 2011? Necesitamos los datos de PIB nominal y PIB real.

  • El PIB nominal es de 143.000.
  • Para calcular el PIB real, cogemos la producción real (11 coches), pero a los precios del año base (10.000 euros): 11 x 10.000 = 110.000.

En ese caso, el deflactor del PIB del año 2011 sería:

PIB Nominal/PIB Real = 143.000/110.000 = 130%

Si cogemos el PIB de 2011 y lo dividimos por este deflactor:

143.000/130% = 110.000

Por lo tanto, una vez aplicado el deflactor, vemos que la economía ha crecido en realidad un 10% (de 100.000 a 110.000), y el resto del incremento corresponde al aumento de los precios.

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