El euríbor escala a cotas de julio tras las medidas del BCE

El euríbor, indicador con el que se calculan la mayoría de las hipotecas españolas, ha virado su tendencia para escalar a cotas del pasado mes de julio, impulsado, paradójicamente por el anuncio de las nuevas medidas de estímulo aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE).

En vísperas de la reunión del organismo, que tuvo lugar el 12 de septiembre, el indicador se deslizaba aún al -0,373% y al día siguiente de conocer su recetario para tratar de reactivar la economía inició una remontada que le aúpa, con datos de cierre de ayer, viernes, al -0,298%, en la que es su mayor cotización desde el pasado 17 de julio.

El indicador que se utiliza para fijar los precios de las hipotecas se calcula como un promedio de su cotización diaria. Con los valores fijados en lo que va de mes dicha tasa media se sitúa en el -0,3466%, por encima del mínimo histórico del -0,356% del pasado agosto.

Si mantiene la evolución, el indicador cerrará septiembre con su primera subida desde que el pasado mes de febrero limitó el desplome desde el -0,116% al -0,108%.

Esta situación avala un abaratamiento de los productos en catálogo de las entidades financieras y también en los préstamos cuyo precio se actualice con la referencia que arroje a finales de mes ya que en septiembre del pasado año fijó su tasa en el -0,166%, aunque de escasa cuantía.

Una hipoteca de 120.000 euros a 20 años cuyo precio se calcule al euríbor más un diferencial del 1% y que se revisasen con la actual tasa promedio devengaría una cuota mensual de 533,50 euros; inferior a los 543,03 euros estimados con la referencia de septiembre de 2018.

El hipotecado podría así, teóricamente, ahorrar 9,8 euros en la factura mensual de ese préstamo tipo o cercana a 118 euros al año. Sin embargo, al indicador aún le quedan días de cotización para poder calcular la referencia definitiva correspondientes al mes de septiembre.

Su remontada cuando el BCE ha subido la tasa que cobra por custodiar la liquidez a la banca desde el 0,4 al 0,5% se explica en el ‘tiering’ o mecanismo adoptado, a semejanza de otros bancos centrales como el de Japón y de Suiza, para evitar mayor deterioro en la rentabilidad de la banca.

Con el nuevo sistema el BCE exime de pagar a las entidades por sus reservas obligatorias y una cuantía añadida igual al 6% de esas reservas. Será la liquidez restante llevada a la ventanilla del organismo la que pague ese 0,5% de comisión.

La combinación de ambas medidas resulta en un alivio en la penalización. Goldman Sachs, por ejemplo, ha cifrado en alrededor del 50% las reservas de la banca que se librará de pagar la facilidad de depósitos del 0,5% establecida ahora por el BCE.