El expresidente del Popular, Ángel Ron, espera que «la Justicia encuentre una reparación ante un atropello tan flagrante»

El expresidente del Banco Popular, Ángel Ron, mostró este jueves en el Congreso de los Diputados su deseo de que “la Justicia encuentre una reparación ante un atropello tan flagrante” como fue, según su punto de vista, la resolución de la entidad y su venta al Banco Santander por un euro.

Así se expresó Ron en la comisión de investigación sobre la crisis financiera de España y el programa de asistencia financiera del Congreso de los Diputados, donde afirmó ser “un afectado”, ya que perdió más de un millón de euros.

Ron, quien presidió la entidad durante más de una década, denunció que “el asunto del banco es de una gravedad especial”, por lo que exigió “una investigación profunda en todos los órdenes para llegar hasta el final, encontrar los responsables y establecer una reparación.

“Es imprescindible saber qué ocurrió”, prosiguió Ron, quien lamentó que Más de 300.000 accionistas “de repente, en una noche, fueron desposeídos de su propiedad”.

A este respecto, defendió que el banco estuvo siempre sometido a la supervisión y al mercado desde su creación y que jamás incumplió ni una sola vez los requerimientos legales.

“Podemos debatir si la gestión fue mejorable o no pero cuando dejé el banco (a finales de 2016) su valor en Bolsa era de más de 3.000 millones de euros y tenía un patrimonio de 12.000 millones”, añadió.

Además, defendió la implicación del Consejo de Administración, ya que sus miembros aportaron 500 millones de los 2.500 de la ampliación de capital de 2016. “Si hubiese la más mínima duda sobre las cuentas nadie hubiese puesto ese dinero”, sentenció.

En la misma línea, incidió en el hecho de que dicha ampliación Fue “respaldada por el mercado, auditada y cualificada por asesores legales” y que tanto el Banco de España como el Banco Central europeo (BCE) respaldaron siempre la gestión.

En cuanto a la caída del banco, respaldó la tesis de que se produjese por falta de liquidez pese a que la entidad fuera solvente. “No hay nada más frágil que un banco porque la solvencia se construye a lo largo del tiempo”, apuntó. De hecho, para Ron, “la fuga de depósitos no tuvo nada que ver con que los clientes pensaban que el banco no era solvente”.

Por último, criticó la labor de su sucesor, Emilio Saracho, del que afirmó que ponerle al frente de la entidad fue como poner a pilotar un avión comercial a un piloto de caza, ya que, aunque la aeronave llega a destino lo hace con los pasajeros muertos.

“Ocurrieron cosas absolutamente inhabituales”, denunció Ron sobre su salida del banco, antes de acusar a Saracho de “infundir pánico” de forma voluntaria las autoridades, los accionistas y al mercado para bajar el valor de la acción.