El sector editorial se recupera pero demanda mayor regulación contra la piratería

Por primera vez tras cinco años consecutivos de descensos, el negocio del libro eleva su facturación un 0,6 por ciento en 2014

El sector editorial en España parece estar viendo signos de recuperación tras cinco años consecutivos de descensos en sus ventas. Las editoriales facturaron en el mercado interior durante el año 2014 un total de 2.195,80 millones de euros, con un incremento del 0,6 por ciento respecto al año anterior.

Por ello, el sector, que quiere consolidar esta recuperación y abrirse a otros ámbitos relacionados, ha aprovechado la Feria Internacional del Libro (LIBER) que ha tenido lugar entre los días 7 y 9 de esta semana en Madrid para afianzar su presencia e incrementar sus ventas.

«Desde finales de 2014 estamos empezando a salir de una gran crisis. Nuestra sensación es que está pasando lo mismo en 2015 y esperemos que se vaya consolidando», ha asegurado Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).

Sin embargo, son muchas las librerías y editoriales que han cerrado durante estos años de crisis, que no solo han estado afectados por la economía, sino también por los propios formatos del sector del libro. Y es que la piratería sigue siendo el principal problema al que se enfrenta la industria y el motivo por el que la parte digital crece menos de lo que podría crecer.

«La forma en la que más se nos puede ayudar a crecer es eliminar la piratería», ha explicado Rosalina Díaz, la vicepresidente de FGEE, quien también ha demandado «un marco regulatorio comparable al de otros países» porque lo que necesitan son «políticas institucionales que no sean subvenciones».

Para Díaz, desde que se denuncia algo en una web hasta que se actúa «pueden pasar 400 días» porque «todo va muy lento». «Hacen falta acciones contundentes», ha destacado.

No obstante, no solo se trata de la piratería. El sector también se enfrenta a otro problema más difícil de solucionar: los hábitos de lectura. Y es que, tal y como asegura Antonio María Ávila, secretario de FGEE, «el número de bares crece pero decrece el número de librerías».

En este sentido, las cifras lo avalan, pues a la recuperación del sector han contribuido los libros de temática infantil y juvenil, científico-técnico y universitarios y, sobre todo, los no universitarios por el efecto de la renovación de los libros de texto de educación primaria para adecuarlos a la LOMCE. Esto significa que los libros de literatura, aquellos que se leen más allá de las obligaciones escolares, han sufrido un descenso de las ventas del 4,6 por ciento.

Es por ello que con estas jornadas en las que se exhibe el libro se busca proporcionar crecimientos notables en las ventas, ya que Liber supone un tercio de la exportación española de libros. Sin embargo, durante el resto del año «no se compra tanto», asegura Fernández.

El formato digital frente al papel

La facturación del libro digital se ha incrementado en España un 37,3 por ciento alcanzando los 110 millones de euros y creciendo un 37,1 por ciento respecto a 2013. La cifra de facturación digital representa ya un cinco por ciento de las ventas totales del sector.

Por ello, son muchos los que auguran un declive del papel frente a los nuevos formatos digitales. No obstante, desde la industria no creen que esto llegue a pasar porque «la capacidad de resistencia del mundo del libro es muy grande», explica Fernández, quien también asegura que el formato digital crece, fundamentalmente, en los libros de carácter técnico y que en el ámbito de la literatura el incremento es menor.

No obstante, los editores también destacan que el libro digital lo hacen ellos, por lo que no se oponen al crecimiento de sus ventas. Aunque, eso sí, Ávila deja claro que «ningún gurú de Silicon Valley manda a sus hijos a un colegio moderno» porque prefieren los recursos tradicionales.

Asun Infante