Endesa obtiene un beneficio neto ordinario de 1.511 millones en 2018

Endesa registró un resultado Neto Atribuible de 1.417 millones en 2018, un 3% inferior al del año anterior. Según informa la eléctrica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el beneficio neto ordinario fue de 1.511 millones de euros en 2018, lo que supone una mejora del 4% con respecto a los 1.452 millones obtenidos en 2017.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 3.627 millones, lo que representa una mejora del 2%. Asimismo, los ingresos ascendieron a 20.195 millones, un 1% más que el año anterior.

La eléctrica presidida por Borja Prado invirtió un total de 1.470 millones en 2018, un 25% más que un año antes. Destacan las realizadas en la construcción de la potencia eólica y fotovoltaica adjudicada a la empresa en las subastas celebradas en 2017, así como a las efectuadas en la central térmica de As Pontes para su adaptación a la Directiva comunitaria de Emisiones Industriales (DEI) que entrará en vigor el 30 de junio de 2020.

La deuda neta ascendió a 5.770 millones, un 16% más que los 4.985 millones registrados al cierre de 2017. La subida de la deuda se explica por varios factores, entre los que destacan las inversiones realizadas en el periodo, la adquisición de cinco parques eólicos de Gestinver, por 172 millones de euros (incluye consolidación de la deuda), la compra de la compañía distribuidora y comercializadora Eléctrica de Ceuta, por 83 millones de euros, y el pago de dividendos por importe de 1.472 millones de euros.

El consejo de administración propone el pago de un dividendo bruto de 1,427 euros por acción, un 3% más que en 2017. Endesa considera estos resultados “muy positivos” y los atribuye “fundamentalmente” a la buena gestión del negocio eléctrico, a la recuperación del margen del negocio de gas y a la estable evolución del mercado regulado.

Además, señala que el beneficio neto atribuible se ha visto afectado por la dotación de pérdidas por deterioro para la central de Alcudia, decisión adoptada tras analizar las actuales condiciones regulatorias y de mercado, que han afectado a la vida útil de la planta.