Esta mañana ha entrado en vigor la nueva normativa sobre el etiquetado de origen de la carne fresca, refrigerada o congelada, tras el acuerdo firmado por los estados miembros de la Unión Europea el pasado diciembre de 2013. Con estas nuevas normas, la etiqueta debe indicar en qué país fue criado y sacrificado el animal.

Las nuevas disposiciones, que afectan al etiquetado de carne de cerdo, oveja, cabra y pollo, explican que se ha prescindido de indicar el país de nacimiento del animal, porque implicaría mayores costes. Sin embargo, en el caso de que hayan nacido, hayan sido criado y sacrificados en el mismo país sólo se indicará el país de origen en la etiqueta.

Para la carne que ha sido importada de países no miembros de la Unión y que se comercialice en esta, está previsto que si no se tiene conocimiento de la información de la cría del animal, se indicará “fuera de la UE”.

Por el momento, el nuevo etiquetado en la carne fresca, refrigerada o congelada convivirá con el antiguo hasta que se agoten las existencias de éstas últimas.