España dejó de ingresar 700 millones del Gran Consumo

Las vacas flacas se han notado en todos los sectores económicos. Uno de los más perjudicados ha sido el Gran Consumo, que vio como el valor añadido en cuanto a la inversión en I+D cayó un 37,7% entre 2008 y 2014, un hecho que llevó al Estado a dejar de ingresar 697 millones de euros en impuestos. Y es que esta caída de más del 37% supuso un descenso de 1.800 millones de euros y tiene su principal origen en la caída de la demanda interna y, por consecuente, en la destrucción de empleo. Pese a esta pérdida, las marcas de fabricante contribuyeron en más de 9.000 millones a las arcas, cifra que supone el 5,7% del total y cinco veces más que las marcas de distribución.

El estudio ‘Impacto económico y social de las Marcas de Fabricantes’, elaborado por ESADE Band Institute, explica que las marcas de fabricante suponen un importante papel como motor de crecimiento y generador de valor para el mercado y la sociedad en su conjunto. Aportan 12 veces más de valor añadido a la economía pero la tendencia al consumo de las marcas de distribución, que son más competitivas en precio, ha provocado recortes en partidas vitales para el sector y el país, que son el empleo, la recaudación de impuestos y la inversión en I+D.

Y es que el origen de todo esto se encuentra en el trasvase de unas marcas hacia otras, con sus respectivas consecuencias. La marca de fabricante contribuyó con un 7,4% al Producto Interior Bruto, cuatro veces más que las marcas de distribución e invierte mayor cantidad. “Representan la inmensa mayoría de empleo, pago de impuestos, inversión en I+D y exportaciones del sector”, explicó el presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea.

Respecto al empleo, las marcas de fabricante suponen más de un millón de empleos, el 5,5% del total, y tres veces más que las marcas de distribución (300.000 puestos de trabajo), que no generan los suficientes para compensar las pérdidas a las que se han sometido las primeras.

Un salvavidas llamado exportación

Ante la ralentización del mercado español, las empresas del Gran Consumo tuvieron que buscar un salvavidas que compensase dicha pérdida: la exportación. Gracias a ello, la aportación al PIB creció un 1,1% hasta los nueve puntos, 7,4 de las marcas de fabricante y 1,6 de las marcas de distribución.

Sin la comercialización en el exterior, la contribución al PIB caería hasta los 4,9 puntos en la primera, pero se mantendría igual en el caso de las segundas.

Y es que la exportación del sector “está creciendo”, expuso Larracoechea, y desde 2008 lo ha hecho un 40%. Supuso un 2,5 por ciento del PIB, cuatro décimas más respecto a 2011, un crecimiento que se tradujo en  700 millones de euros más de valor añadido.