España superará en cuatro décimas el objetivo de déficit en 2016 según Coface

La aseguradora de crédito francesa prevé una desaceleración en 2016 y alerta de la pérdida de confianza en la economía española por la inestabilidad política

Precisamente el mismo día en el que se hacía pública la reducción -hasta el mes noviembre- del 11 por ciento, en el déficit conjunto de las AAPP (sin incluir las Corporaciones Locales), situándolo en el 3,84 por ciento el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas recibía un nuevo jarro de agua fría respecto al cumplimiento de los objetivos de déficit.

La compañía de seguro de crédito Coface, presentaba ayer en Paris un informe en el que advierte de que España superará en dos décimas el objetivos del 4,2 por ciento acordados con Bruselas para el pasado 2015. Y tampoco cuadrarán las cuentas públicas este año. Según el documento el déficit público se situará en el 3,2 por ciento, cuatro décimas por encima del objetivo comprometido con la Unión Europea.

Respecto al optimismo del Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a las previsiones de crecimiento de España para este recién estrenado 2016 -creceremos al 2,7 por ciento-, la aseguradora francesa se muestra más conservadora y apunta a una ligera desaceleración en 2016, aunque manteniendo un nivel de  superior al de los socios de la UE. Así el PIB (Producto Interior Bruto) nacional crecerá a un ritmo del 2,6 por ciento.

Eso siempre y cuando no se de marcha atrás con el proceso reformista puesto en marcha por el Gobierno de Mariano Rajoy a principios de la legislatura. En su análisis de riesgo país Coface advierte de que la inestabilidad política derivada de las elecciones del 20 de diciembre, si se prolonga, amenaza la continuidad de la recuperación y está afectando negativamente a la confianza de las empresas.

Circunstancia que el propio secretario de Estado de Comercio, Jaime García – Legaz, apuntaba el pasado lunes durante una jornada de la Asociación Española de Directivos (AED) “hay inversiones que se podrían haber materializado en los próximos meses que se van a retrasar”. Un efecto parálisis que por el momento “no se puede cuantificar» y que calificó de «resultado lógico y normal» ante una situación política que «a veces condiciona»la toma de decisiones empresariales.