Ferroser, la compañía que acaba con los restos de ébola

La vivienda de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, contagiada de ébola e ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid, tiene que limpiarse con una solución compuesta de lejía concentrada para destruir por completo los restos de virus que puedan quedar en la casa.El proceso de limpieza y desinfección de la vivienda comenzó este miércoles a última hora de la mañana, según confirmaron a Servimedia fuentes de la Consejería de Sanidad de Madrid. Todo el trabajo corre a cargo del personal de limpieza de la empresa Ferroser.

Ferroser es la misma compañía que realiza la limpieza rutinaria del Hospital La-Paz Carlos III, donde fueron ingresados los dos misioneros fallecidos a causa del ébola y donde ahora se encuentran en observación otras cinco personas en observación, además de Teresa Romero.

En la casa, donde ella vivía junto a su marido y el perro Excálibur, hay que aplicar los mismos mecanismos de seguridad y limpieza que establece el ‘Protocolo de Actuación frente a casos sospechosos de enfermedad por virus ébola (EVE)’.

El anexo 6 del Protocolo, al que tuvo acceso Servimedia, ordena en primer lugar recoger los restos de sangre u otros fluidos corporales «con material desechable» y depositarlos «en contenedores se residuos sanitarios del grupo III» para su posterior incineración.

Los baños, que Teresa y su mujer utilizaron de forma separada en los últimos días para evitar el contagio, deben lavarse «con un desinfectante de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito sódico que contenga 5.000 pmm de cloro activo (dilución 1:10 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente)».

Los objetos de la casa que no sean desechables, incluido el mobiliario, las paredes y las puertas, tiene que someterse a una limpieza similar, con un «desinfectante incluido en la política de limpieza del centro sanitario», aunque la mezcla sea menos fuerte «(dilución 1:50 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente)».

Al concluir, el material utilizado para la limpieza debe ser destruido o, en su defecto, desinfectado de igual manera «con agua y jabón» y posteriormente dejarse «durante una hora» en una «solución de hipoclorito sódico que contenga 5.000 pmm de cloro activo (dilución 1:10 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente)».

Fuente: Servimedia