Goirigolzarri asegura que la recapitalización de Bankia la decidió Europa

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, defendió hoy que el plan de recapitalización por valor superior a 18.000 millones de euros que se aplicó a Bankia en el año 2012 y que supuso su nacionalización lo decidió Bruselas y admitió que, si le llegan a decir en el momento que aceptó la Presidencia lo que conllevaría para el banco, «me hubiera sorprendido».

«Los 19.000 millones del famoso plan de Goirigolzarri estará en algún cajón, pero nunca ha visto la luz», aseguró hoy durante su intervención en calidad de testigo en el juicio que sobre la salida a bolsa se celebra en la Audiencia Nacional.

El banquero relató que la decisión del Gobierno de solicitar hasta 100.000 millones de euros en préstamo a Europa para apoyar al sistema financiero español alteró por completo su proyecto porque ya no era el banco el que propondría al supervisor un plan para que el Frob le inyectase recursos al visto bueno del Banco de España, sino que «cambia de forma radical» el proceso.

«Trastoca totalmente nuestros planes y tenemos que empezar ex novo con el nuevo esquema», indicó, en alusión a que esa demanda a Europa hará que el déficit de recursos propios lo acabe decidiendo un esquema «dirigido y supervisado» por el Banco de España, junto al BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional y que obligará además a que los titulares de deuda híbrida del banco contribuyan al rescate aceptando acciones a cambio de su deuda tras aplicarles fuertes descuentos.

«Como consecuencia, el 28 de noviembre de 2012 el Gobierno firma con la UE el plan de reestructuración de Bankia, y da la casualidad de que fueron 18.000 millones de euros pero que no tienen nada que ver» con el plan diseñado previamente por la entidad, reiteró.

La consecuencia de ese rescate es que Bruselas impone un plan de reestructuración que obligaba al banco a prescindir de 4.500 personas de su plantilla, a clausurar 1.000 sucursales y abandonar «muchas plazas» o territorios importantes para la entidad y exige a los preferentistas asumir «un gran descuento para participar en la capitalización de Bankia». «Si me llegan a decir todo este tipo de cosas me hubiera sorprendido, la verdad. Yo no esperaba nada de eso, ¿cómo lo iba a esperar?», afirmó.

Goirigolzarri, quien confesó que fue Rodrigo Rato el que le ofreció la Presidencia del banco el día 7 de mayo (el día 9 su nombramiento sería aprobado por el Consejo del banco) tras haber querido incorporarlo en el año 2011 como consejero y escasas «una o dos semanas» antes como consejero delegado, atribuyó el deterioro de las cuentas de Bankia al inesperado agravimiento de la crisis y a la entrada en vigor de nuevos requerimientos de saneamientos regulatorios.

En este punto detalló que los conocidos como decretos «De Guindos» aprobados en febrero y mayo de 2012 supusieron para el banco tener que dotar «más de 8.200 millones de euros» de un esfuerzo total estimado por el banco de 11.400 millones y que está detrás del déficit que demandaría su recapitalización.

Dicha sobrevenida regulación y «el deterioro tan absoluto en la economía española, y muy concretamente en el sector inmobiliario conduce» a dichos saneamientos, indicó, animando a recordar que en el año 2012 el PIB «estaba cayendo el 2%» y el paro se desbocó por encima del 20%.

«Eso significa unos deterioros absolutamente extraordinarios», refirió, reparando en que además nadie los esperaba, como lo demuestra que «Europa era la única zona del mundo donde el BCE estaba subiendo los tipos de interés y cinco meses después se entra en recesión». La situación provoca de inmediato además que el valor de Bankia, que según defendió se mantuvo casi sin grandes variaciones desde su debut bursátil en el verano del 2011 a finales de ese ejercicio, colapsase de golpe en el periodo transcurrido entre febrero y mayo, en línea con el desplome del 40% sufrido en ese momento por los valores bancarios cotizados.

Durante su intervención y a preguntas sobre la información que Rodrigo Rato compartió con él cuando le ofreció la Presidencia, Goirigolzarri refirió que «fue una conversación bastante escueta» y «corta», donde le explicó su interpretación de que «se ha acabado una etapa y que debe comenzar otra en Bankia», y que había pensado en él por su valía profesional y trayectoria.

El banquero indicó que la situación de la entidad no se hace explícita en la conversación aunque sabía que «era una situación delicada y de tensión».

«Todos éramos conscientes de cuál era la situación» del banco por el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) -que lo había señalado como el mayor problema para el país-, que sus cuentas no habían sido auditadas como exige la ley ante los reparos del auditor al entender que le faltaba información y por los «rumores» que sobrevuelan la entidad, señaló.