Indra registró un resultado neto de 37 millones de euros en el primer semestre de 2018, lo que supone un descenso del 3% con respecto a los 38 millones obtenidos el año anterior.
Según informó Indra a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, sus ingresos alcanzaron los 1.463 millones, un 6% más que el año pasado. Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 117 millones, creciendo un 8,1% en relación con el del ejercicio precedente.
La contratación neta del semestre se situó en 1.789 millones de euros, un 8% más que en 2017, y la cartera aumentó un 8,5%, hasta los 4.069 millones. Al cierre del semestre, la deuda financiera neta de Indra era de 656 millones, un 12% menos que los 745 millones de hace un año.
