Indra pierde 561 millones tras los saneamientos y provisiones por el ERE

La compañía tecnológica Indra perdió 561 millones de euros en los nueve primeros meses del año frente al beneficio de 78 millones registrado en el mismo periodo del año anterior, debido principalmente a los efectos no recurrentes, entre los que se encuentran los derivados del plan de ajuste de plantilla.

Excluyendo estos efectos, la compañía habría reducido sus pérdidas hasta los 56 millones de euros, según las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Entre enero y septiembre, los efectos no recurrentes totales de la compañía ascendieron a 589 millones de euros, de los cuales 264 millones correspondieron a provisiones, deterioros y sobrecostes de proyectos y 160 millones a la provisión del plan de ajuste de la plantilla -que finaliza el 31 de diciembre de 2016- y el resto a la optimización de recursos adicionales.

La compañía ha señalado además que la revisión del negocio de Brasil también conllevará efectos provisiones adicionales al cierre del ejercicio, aún pendientes de cuantificarse.

Las ventas de la compañía se situaron en 2.069 millones, el 1 % menos a pesar del crecimiento observado en el tercer trimestre (8 % más en términos reportados y del 12 % en moneda local). Excluyendo la estacionalidad del negocio de Elecciones, las ventas en los nueve primeros meses habrían crecido un 2 %.

Este crecimiento está sustentado en el mejor comportamiento de todos los mercados verticales respecto al primer semestre, destacando la evolución de las ventas en España, favorecidas por la aceleración de programas públicos.

Por negocios, las ventas de energía e industria fueron de 333 millones, el 1 % menos; las de Servicios Financieros crecieron el 5 % hasta 383 millones; Telecom & Media facturó 205 millones, el 12 % menos; AA.PP. & Sanidad 349 millones, el 9 % menos; Transporte & Tráfico creció un 3 % hasta 444 millones mientras que Seguridad & Defensa ingresó el 5 % más hasta 355 millones.

En cuanto a la revisión del negocio de Brasil y de algunos de sus proyectos más problemáticos, la compañía ha decidido encargar un proceso de revisión técnica y legal de los contratos objeto de desviaciones, realizado por firmas externas.

El ERE prevé la extinción de un máximo de 1.750 puestos de trabajo hasta el 31 de diciembre de 2016, y en el tercer trimestre, la plantilla en España se redujo en 397 personas, de los que un 39 % correspondió al plan de ajuste.

La deuda neta se situó en 837 millones frente a los 726 millones de septiembre 2014, y representa un nivel de apalancamiento de 6,6 veces el ebitda recurrente de los últimos 12 meses.

EFECOM