La alcaldesa de Logroño pide que se premie a los que cumplen con el déficit

La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, considera que debe ponerse en marcha un sistema de financiación de Administraciones que premie a quien se esfuerza por cumplir el objetivo de déficit y que afecte tanto a las entidades locales como a las comunidades autónomas. Gamarra se pronunció de esta manera en una entrevista a Servimedia, en la que defendió que se premie «a quien se esfuerza por cumplir un objetivo». Aseguró que debe tenerse en cuenta al cargo público que «hace las cosas bien y, cuando le marcas un objetivo, toma las medidas necesarias y asume la sobrecarga de trabajo» sin reducir la calidad de los servicios. «Así hay motivación», subrayó.

Lo contrario, «premiar al que cierra con más déficit, al que gasta más porque malgasta, despilfarra o incrementa estrucuras», le parece un mal sistema. En todo caso, apuntó que siempre «habrá que ver por qué» ha gastado más, y, así, cree que la dispersión, que incrementa el coste de la prestación de servicios es uno de los criterios que deberían tenerse en cuenta a la hora de diseñar el sistema.

Un modelo de financiación donde se cuente con las administraciones locales

Por otro lado, la alcaldesa indicó que «hace falta un marco de financiación para las comunidades autónomas y para las administraciones locales. Lo importante es que esa reforma sea conjunta, porque siempre hemos estado fuera». Según objetó, «ha habido muchas reformas de las financiaciones autonómicas y nunca se ha abordado la reforma de la financiación local, y el compromiso tiene que se que se negocien de manera conjunta y no se nos deje al margen».

En nombre de los municipios, pidió «la financiación necesaria para cubrir eficientemente los servicios que necesitamos», a la vez que llamó a sentirse «orgullosos de lo que los ayuntamientos españoles estamos demostrando y estamos aportando para la recuperación de nuestro país. «Estamos siendo un ejemplo en el que pueden mirarse otras administraciones para ver que es posible dar la vuelta a las cuentas e incluso adoptar medidas de reducción de estructuras políticas, de gasto, manteniendo la calidad de vida» ha dicho la alcaldesa.

En cualquier caso, Gamarra cree que «no hay que enfrentar administraciones, hay que colaborar entre nosotros», como asegura que ha hecho su Ayuntamiento con el Gobierno autonómico presidido por Pedro Sanz, también del PP, con quien suscribió un plan de eliminación de duplicidades como la que ahora confía en que generalice la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.

A su juicio, uno de los grandes problemas de ésta última era que acarreaba un gasto impropio de «en torno al 25/30%» de su presupuesto, porque ejecutaba competencias que no le correspondían y tenía que financiarlas con impuestos propios. La reforma local clarifica estas confusiones al atribuir cada competencia a una administración particular.

La regidora también rechazó las críticas que la norma ha suscitado en los partidos de la oposición nacional y varias comunidades autónomas. «La ley entró en vigor el 1 de enero y no se ha producido ninguna hecatombe. Las cosas siguen funcionando, sólo que nos ha establecido herramientas que necesitábamos para relacionarnos con otras administraciones», reivindicó.

Respecto a que la ley adjudique las competencias a quien pueda desarrollarlas con menor coste, y la posibilidad de que ello ponga la gestión de los servicios públicos en manos privadas, Gamarra matizó que la ley sólo «establece la necesidad de ser eficientes», de «estirar al máximo cada euro público», y «no introduce ninguna herramienta nueva que no existiera antes en cuanto a la gestión indirecta» de servicios.

Sobre este último punto, la alcaldesa dijo que «no hay que criminalizar al sector privado que realiza su actividad en la prestación de servicios», pues lo hace con calidad y excelentes profesionales, y «no pasa nada si el control sigue estando en manos de la Administración y se ejerce bien». Como ejemplo puso al propio Logroño, donde, bajo gobiernos socialistas y populares, muchos servicios públicos están externalizados.