La CNMC subordina la compra de Petrocat por Repsol a la venta de 23 estaciones de servicio

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha subordinado la aprobación de la compra de Petrocat por Repsol al cumplimiento de unos compromisos voluntariamente presentados por la petrolera, como la venta de 23 estaciones de servicio en un plazo concreto para que no se incremente la red de Repsol en Cataluña.
Además, otros compromisos son el aprovisionamiento mínimo por otros operadores distintos de Repsol de las gasolinas y gasóleos de las estaciones gestionadas por Petrocat, y el compromiso de cesión de la gestión a un tercero de la estación en el entorno de Tagamanent (Barcelona).

La operación de concentración consiste en la adquisición por parte de Repsol del control exclusivo de Petrocat, de la que ya es propietaria de un 45% del accionariado, en el que también participan Cepsa, con un 45% que adquiere Repsol a través de esta operación, y el Instituto Catalán de Energía, organismo público dependiente de la Generalitat de Cataluña, con un 10%.

Petrocat opera tanto en el mercado de distribución minorista de combustibles de automoción a través de estaciones de servicio, en su mayoría ubicadas en Cataluña, como en el mercado de ventas directas o extra red de gasóleos en Cataluña y en las concesiones portuarias de Estartit y Blanes (Gerona) para el suministro de gasóleo B.

La CNMC realizó un test de mercado a diversos competidores y clientes de las partes de la operación en los mercados de distribución y aprovisionamiento de carburantes con el objeto de recabar su opinión sobre el impacto de la operación en las condiciones competitivas de los distintos mercados afectados.

De esta forma, el regulador detectó entre los principales riesgos para la competencia que plantea esta operación, que en el mercado minorista conlleva la adquisición de 38 estaciones de servicio, de las que 14 ya eran propiedad de Repsol y estaban gestionadas por Petrocat.

No obstante, tiene prohibida la adquisición de estaciones de servicio en provincias en las que ostenta una cuota en el mercado minorista por puntos de venta superior al 30%, como es el caso de las cuatro provincias catalanas y Madrid.

La operación además afecta al mercado de ventas directas o extrared de gasóleo, siendo especialmente relevante la adición de cuota de gasóleo C en Tarragona, al tiempo que refuerza la integración vertical de Repsol, dado que está presente en todas las actividades, desde el refino hasta la distribución mayorista y minorista de combustibles.

DESAPARECE UN «COMPETIDOR RELEVANTE»

El regulador señala también que la actividad de Repsol en Cataluña es «especialmente intensa», dado que cuenta con una refinería en Tarragona que le confiere una ventaja logística importante en la zona.

La concentración supone asimismo «la desaparición de un competidor relevante en Cataluña que tiene una política comercial autónoma y diferenciada de Repsol» y «podía representar una alternativa en precios».

De igual forma, la CNMC considera que la adquisición se produce en un momento en que la sociedad ha registrado «pérdidas significativas», a causa de la reducción de sus ventas y el deterioro de sus márgenes.

En consecuencia, Repsol optó por presentar durante la primera fase del procedimiento una propuesta de compromisos que se ha ido modificando a la vista de las inquietudes trasladadas por la Dirección de Competencia.

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