Rajoy defiende la legislatura de "las tres erres: reformas, recuperación y regeneración"

El presidente del Gobierno hace balance de cuatro años en los que hay 437.000 parados menos en España, el déficit se ha reducido en más de la mitad y la economía ha pasado de la recesión al crecimiento a ritmos del 3,3%.  

«Compromiso cumplido». Bajo este lema, y con corbata azul, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparecía ayer en el Salón de Tapices del Palacio de la Moncloa, para hacer balance de lo que han sido estos cuatro años de legislatura, una de las “más intensas y en las que nuestro país ha demostrado su capacidad de superación en tiempo récord”.

Para Rajoy estos cuatro años se resumen en «empleo, crecimiento y confianza», que han sido los ejes del cambio de rumbo de un «gran país» que heredó, en noviembre 2011, al borde de la quiebra y del que se siente «orgulloso» a pesar de «lo duro que fue tener que tomar decisiones para las que no me quedaba otro remedio». Un periodo de «reformas, recuperación y regeneración» que han tenido como base la consolidación fiscal, la reforma del sistema financiero y las reformas estructurales para mejorar la competitividad de la economía española, la productividad de las empresas y conseguir acabar con «la sangría del paro».

El resultado es que tras cuatro años de legislatura, las políticas de cambio puestas en marcha por el Ejecutivo han conseguido que España con una previsión del 3,3 por ciento lidere, junto a Estados Unidos, el crecimiento económico entre los países miembros del G-20, por delante de Reino Unido y Alemania, y todo «sin permitir que nadie quedara al borde del camino. No hemos sacrificado las pensiones, no hemos suspendido las prestaciones por desempleo y no hemos permitido que los impagos asfixiasen la asistencia sanitaria».

El nuevo modelo económico de España es «equilibrado y sostenible», explicaba Rajoy. Algo que se debe a que no está basado en el endeudamiento sino en la ganancia de competitividad por la evolución de nuestras sector exterior. Mientras que en 2011 la balanza por cuenta corriente registraba un déficit del -2,8 por ciento, a finales de año el positivo será del 1,7 por ciento y las exportaciones supondrán un peso del 32,5 por ciento sobre el PIB de nuestra economía, casi cuatro puntos superior al de 2011 (28,9 por ciento).

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Fuente: INE – Gobierno de España

La mayor reducción de empleo de la historia 

Quizá porque es lo que más toca a la economía real, el presidente del Gobierno, ha iniciado la exposición del balance hablando de los resultados de la última EPA (Encuesta de Población Activa), que marcó una caída del número de desempleados en 576.900 personas (10,63 por ciento), mientras que en 2011 aumentaba en 188.200. Cifras que «permiten prever que este año 2015 será el de mayor  de reducción de desempleo de toda la historia de España y avalan la reforma laboral aprobada al inicio de la legislatura, que ha permitido que el despido no sea el instrumento de las empresas para adaptarse a la situación económica», afirmaba.

Además, durante el último trimestre el número de ocupados creció en 182.200 mientras que en 2011, aunque también aumentaba lo hacía en 151.400, o lo que es lo mismo 30.800 menos activos. Tal y como ha explicado el jefe del Ejecutivo, cuando el Partido Popular  llegó al Gobierno, en 2011, se destruían 1.430 puestos de trabajo diarios, mientras que a fecha de hoy se crean 1.492. Así la legislatura concluirá con cerca de 500.000 parados menos y una ocupación superior a los 18,1 millones de ocupados

Si atendemos a los datos de Seguridad Social septiembre de 2015 cerró con 4.094.042 de desempleados y una tasa de reducción del -7,95 por ciento interanual, frente a los 4.226.744 del mismo mes de 2011, en el que el paro crecía a un ritmo del 5,20 por ciento.

A nivel de afiliación también se percibe una notable mejora. Por ejemplo, según los datos de septiembre de 2011 y en términos interanuales el número de nuevos cotizantes al sistema caía en un -1,47 por ciento (-235.918) mientras que este año la evolución marca un positivo del 3,17 por ciento, que en términos absolutos se traduce en 528.112 afiliados nuevos.

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Fuente: INE – Gobierno de España

Déficit a la mitad y 15.000 millones de recaudación

Una de las condiciones sine qua non para evitar el rescate fue la corrección del déficit excesivo de España. Cuando Mariano Rajoy llegó a la Moncloa las cuentas registraban un déficit del 9 por ciento, llegando a superar los 91.000 millones de euros (más de 2.000 euros por español). «Se habían perdido, además, 70.000 millones de euros de recaudación», afirmaba.

Hoy, y pese a la desconfianza de Bruselas y de los partidos de la oposición, el Gobierno está firmemente convencido de que cerraremos 2015 con un déficit del 4,2 por ciento y que el año que viene éste será del 2,8 por ciento, logrando alcanzar el equilibrio presupuestario (-0,3 por ciento) en 2018. Confianza que se deposita en la buena marcha de los ingresos fiscales que hasta el mes de agosto han sido de más de 119,44 miles millones de euros, casi 15.000 millones superior a la del mismo mes de 2011 (104,49 miles millones de euros). Y todo descontando los más de 3.300 millones de euros que el Estado ha dejado de recaudar por los efectos de la reforma fiscal.

Pero para llegar a ello los españoles han tenido que ‘padecer y disfrutar’ de la adrenalina de las subidas y bajadas de la montaña rusa de un país al borde de la intervención. Con carácter de extrema urgencia, en 2012 entraron en juego las medidas de austeridad del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Cristóbal Montoro tuvo que blandir armas con, entre otras exigencias, la subida de 13 puntos en el IVA (del 8 al 21 por ciento) -dos puntos menos del 23 por ciento que pedía Bruselas- y enfrentarse a congelar los salarios y aplazar la paga extra de los funcionarios en 2012. Tres años después, reforma fiscal mediante, el Gobierno devuelve a los españoles el esfuerzo y se inyectan 9.000 millones de euros a los ciudadanos gracias a la rebaja de impuestos.

En el caso del IRPF, la rebaja media final habrá sido del 14,6 por ciento, una cifra casi 13 puntos por debajo de las de las rentas inferiores (27,44 por ciento). A ello se añade que a los 750.000 trabajadores con ingresos inferiores a  12.000 euros no se les practica retención por este concepto.

Del 18 al 21 por ciento en 2012 y del 21 al 15 por ciento en 2015. En materia de retenciones este es el resumen de la legislatura para los autónomos. Muchos de ellos son titulares de sociedades, para las que también ha habido recompensa. Tras la reforma fiscal hay ‘café para todos’ en el tipo general del Impuesto de Sociedades, que ha pasado del 30 al 25 por ciento (a partir de 2016), y que podrá reducirse hasta el 20 por ciento en el caso de aplicarse las reservas de nivelación y capitalización.

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Fuente: IGAE – Programa de Estabilidad 2015-2018 y Gobierno de España. Excluye impacto medidas reestructuración financiera.
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Fuente: Comisión Europea – Gobierno de España. Excluye impacto medidas reestructuración financiera.

Tijeretazo en la Administración

Otra de las reformas acometidas por el equipo de Mariano Rajoy ha sido la de la Administración Pública. Durante el cuatrienio se han suprimido más de 2.300 entes públicos ha permitido ahorrar más de 30.000 millones a los españoles. Además de las medidas del  CORA (Comité para la Reforma de las Administraciones Públicas), el Estado ha ingresado 562,2 millones por la venta de activos y el plan de contratación centralizada ha supuesto un ahorro de 769 millones de euros.

Pero lo más importante de la labor llevada a cabo por el Gobierno en este ámbito ha sido la puesta en marcha del Plan para la Erradicación de la Morosidad en el sector público. En estos cuatro años se han pagado 10,1 millones de facturas a 292.515 proveedores cuyo importe supera los 75.000 millones de euros, algo que ha sido posible gracias a los mecanismos de financiación autonómica como el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) o los FFF (Fondos de Facilidad Financiera), que permiten que las Comunidades Autónomas dispongan de «financiación a tipo cero». Además, los plazos de pago se han reducido de 142 días de media en abril 2012 a 49 en agosto 2015.

El crédito fluye

El presidente del Gobierno también ha hecho referencia a la mejora de la financiación, por la «profunda reforma del sistema financiero». El rescate a la banca ha permitido y la superación con éxito de los controles a los que Europa había sometido a la banca española, ha permitido que el crédito vuelva a fluir en los últimos meses. Según los datos en los que se ha apoyado el presidente del Gobierno, en los últimos 23 meses el crédito crece en torno al 14 por ciento en el caso de las pymes, de las que ha dicho «habría que hacerles un homenaje» y supera el 27 por ciento en el de los hogares.

Por otra parte cabe destacar el papel contracíclico del ICO (Instituto de Crédito Oficial), que alcanzó máximos históricos en 2014, con más de 21.400 millones de euros en préstamos concedidos (148 por ciento más que al inicio de la crisis).

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Fuente: Banco de España

Mejoran las pensiones

Entre las obsesiones del Gobierno, garantizar las pensiones de los españoles. De hecho una de las primeras medidas que se tomaron en 2012 fue la de reformar el sistema gracias a lo que, en palabras de Rajoy se ha conseguido «superar la amenaza de la quiebra».

Haciendo crítica abierta a la herencia de su predecesor, el socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, el Presidente ha afirmado que «hay 9,3 millones de prestaciones que no han sido congeladas», puntualizando que la pensión media supera los 1.000 euros mensuales y que el gasto en pensiones asciende a 19.443 millones de euros.

Corrupción y continuidad

Aún así y pesar del balance en positivo de la legislatura, Mariano Rajoy ha destacado que queda mucho por hacer «tenemos que recuperar la riqueza y el bienestar que se destruyó durante la crisis. Hay retos que exigirán toda nuestra energía». Pero para ello será necesario continuar con la agenda de reformas y el esfuerzo de estos años «si sabemos mantenerlo con firmeza España está en condiciones de abrir un largo periodo de crecimiento y de bienestar como no ha conocido nunca».

De renovar mandato tras el 20 de diciembre el presidente ha manifestado que “la lucha contra el desempleo seguirá siendo una prioridad. Tenemos que llegar a los 20 millones de empleos”. Además, también continuará reforzando las políticas puestas en marcha en materia de corrupción, gracias a las cuales se conseguirán recaudar hasta final de año un total de 48.000 millones de euros y se enfrentará a la reforma del modelo de financiación autonómica del que ha dicho que «no conozco que haya consenso ni hay propuesta para resolverlo».

La cabeza bien situada

Si gobernará o no tras las elecciones del 20 de diciembre dependerá de si el Partido Popular resulta ser la lista más votada «si no somos la primera fuerza política no voy a ser Presidente del Gobierno. Voy a respetar lo que digan los ciudadanos».

Ahora bien, en caso de que su posición como Jefe del Ejecutivo sea origen y causa de posibles pactos ha dejado claro que «mi cabeza está muy bien situada y no pienso cambiarla».