La renta agraria cayó un 7,1% en 2014

Las organizaciones agrarias UPA y COAG publicaron este martes sus balances sobre la campaña 2014, un año marcado por una caída de la renta agraria del 7,1% según los datos preliminares manejados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Para UPA, el gran problema del ejercicio es que la gran distribución usó el veto ruso como excusa para controlar y manejar a la baja las cotizaciones de los productos agrícolas y ganaderos en España.

En consecuencia, denuncia que los desequilibrios de la cadena agroalimentaria continuaron en 2014, provocando «un «año negro» en precios para el campo».

Además, lamenta también que la aprobación de una Política Agraria Común (PAC) «que decepciona» y los «elevados» costes de producción siguieron lastrando la economía del sector primario, que cae a niveles de hace seis años.

También advierte que la agricultura y la ganadería españolas son más dependientes de las subvenciones», pasando de suponer el 26,5% de la renta total, a alcanzar el 28,8%, «lo que demuestra que tenemos un sector «más débil y vulnerable».

Por su parte, los costes de producción han pasado del 41% en 2007 al 49% en 2014. También siguió bajando el empleo en el sector agrario. Concretamente, un 2,4% menos en volumen de trabajo de la agricultura en UTA (Unidad de Trabajo Anual).

Por último, UPA recuerda que este 2014 ha estado caracterizado por una sequía muy irregular, que ha provocado efectos muy importantes en determinadas zonas y producciones.

Por su parte, COAG lamenta que el tirón exportador agroalimentario no está teniendo su reflejo en la renta de los productores agrarios, ya que desde 2003 el campo español ha perdido un 13% de su renta agraria, que ha pasado de 25.423 millones de euros a 22.111.

Sin embargo, en ese mismo periodo, las exportaciones agroalimentarias se han disparado un 73%, pasando de un valor global de 19.238 millones de euros en 2003 a 33.399 millones en la última campaña.

«Los agricultores y ganaderos no están participando del valor añadido de nuestras producciones en los mercados internacionales. Tenemos que acabar con los desequilibrios en la cadena para que, del campo a la mesa, el valor se reparta de forma equitativa entre productores, industria y distribución», subraya Miguel Blanco, secretario general de COAG.

Por ello, considera que se cierra un año con más sombras que luces, marcado con la aprobación definitiva de una PAC perversa para los verdaderos profesionales agrarios, las pérdidas provocadas por el veto ruso y una dañina volatilidad de precios.

Sin embargo, como factores positivos se refiere a la entrada en vigor de la ley de mejora de la cadena alimentaria y a la rebaja del impuesto especial de electricidad para regadío.

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