La UE pelea por el gas ruso en Polonia

Mientras Kiev despliega su ejército en Slaviansk, para intentar retomar el control de la ciudad en manos de los separatistas prorusos, la maquinaria diplomática se engrasa en Varsovia para no perder el suministro de gas de Moscú.

El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, y los ministros del mismo sector de Rusia, Alexander Novak, y de Ucrania, Yuri Prodan, se reúnen en la capital polaca para garantizar el suministro a los veintiocho. La Comisión Europea no se fía de Rusia como proveedor y así se lo hizo saber el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, a Vladimir Putin ante los temores de que Moscú cumpla sus amenazas en caso de que Kiev no cubra una deuda por 2.2 mil millones de dólares, con varias compañías rusas por sus importaciones.

Temores razonables los de la UE que compra a Rusia el 30% del gas natural que consume y que mayoritariamente (65%) atraviesa Ucrania para llegar a los ventiocho.

Por este motivo, el líder del Ejecutivo europeo ya recordó a Putin que cuentan con un contrato con Gazprom que garantiza el suministro, por lo que la rusa tiene la “responsabilidad de asegurar la entrega de los volúmenes acordados”.

La reunión a tres bandas en Polonia había sido solicitada por Putin en una carta enviada a los líderes europeos el pasado 10 de abril.

Operación especial en el sureste

Mientras se produce esta negociación a tres en Varsovia, en el terreno el enfrentamiento sigue dibujando un escenario bélico en el bastión de la sublevación.

Este viernes, las fuerzas ucranianas han lanzado una operación militar especial para retomar el control de la ciudad de Slaviansk, en el sureste del país, donde las tropas han atacado varios puestos de control en manos prorusas.

Por su parte, las milicias separatistas aseguran haber derribado dos helicópteros ucranianos durante la ofensiva, que deja la muerte de dos pilotos del ejército de Kiev y otro detenido.