Las altas temperaturas potenciaron la venta de bebidas en un 10,3%

El 2015 y 2016 se caracterizan por ser unos de los más calurosos que se recuerdan. Este hecho ha tenido repercusiones en la economía agrícola, pero como todo en esta vida también ha tenido un aspecto positivo en otros sectores. El consumo de bebidas se ha incrementado un 10,3 por ciento, según el informe “Nielsen 360”, elaborado por la consultora Nielsen.

El incremento de dos grados en las temperaturas contribuyó a un aumento del 5,5 por ciento en las ventas de cervezas, los refrescos 2,3, los vinos 4,9 y las bebidas alcohólicas un tres por ciento. Crecimientos que han tenido su origen en una mayor renta disponible de las familias, motivado ello por el aumento de la confianza de los consumidores, los bajos precios del petróleo, la entrada del Euríbor en negativo y el incremento en la llegada de turistas.

Sin embargo, hay incertidumbres que todavía afloran en el panorama económico de nuestro país: la inestabilidad económica global, las elevadas tasas de paro y el descenso de la población, una bajada motivada por la salida de 26.000 jóvenes en busca de trabajo fuera de nuestras fronteras.

Aunque la situación mejora con el paso del tiempo, la crisis ha dejado una huella importante en los consumidores, que conocen los precios de los productos hasta el extremo de darse cuenta cuando varía. Para continuar ahorrando y teniendo efectivo para gastarlo en ocio y otros caprichos alimenticios, recurren a las promociones bien sea en su lugar habitual de compra (38 por ciento) o buscando las ofertas de otros establecimientos (22 por ciento). Y es que estos caprichitos convierten al consumidor en un ser “bipolar”, asegura Nielsen. El 70 por ciento acuden a los establecimientos con una lista de la compra, pero seis de cada 10 acaba añadiendo algún producto extra a la cesta. Sin embargo, hay un 40 por ciento que cuenta con un presupuesto muy ajustado y sólo compran lo que necesitan.

Este 60 por ciento anterior ha contribuido al crecimiento del gran consumo. Los españoles hemos gastado una media de 71.000 millones de euros en satisfacer las necesidades básicas, un 1,7 por ciento por encima de la cuantía de 2015. Además, el pecio aumentó siete décimas, un porcentaje por encima de la tasa del IPC. Las frutas y verduras han sido los productos con mayor crecimiento de compra, un 3,1 por ciento más, seguido del pescado con 1,6 puntos. De esta forma, España lidera el crecimiento de los países europeos con un 2,7 por ciento, por encima de Alemania y Francia, ambos con 1,5 puntos porcentuales.

Otro aspecto positivo que señala el informe es la moderación de la caída del ticket de compra, y es que el gasto medio aumentó un punto como consecuencia del incremento del 1,6 por ciento en el número de compras – visitamos tres tiendas distintas al mes para llenar el carrito – y el gasto medio por ticket, que pasó del -1,1 por ciento a las seis décimas negativas.

Mayor comodidad

La comodidad y no pisar distintos tipos de establecimientos es una de las características que destacan en el informe, pues los españoles cada vez optan más por llenar el carro de la compra de una sola vez, llevando a los supermercados e hipermercados a ganar terreno.

Pero mayor comodidad supone realizar la compra desde el sofá de casa. Las ventas a través de los canales online de los distintos establecimientos movieron 390 millones de euros, una práctica llevada a cabo cada vez más y, principalmente, entre el colectivo más joven.

Los productos más comprados han sido los envasados y los de maletero – aquellos de mayor peso y que ocupan más espacio, como la leche, zumos o pañales –, que incrementaron sus ventas online un 18 por ciento.

Esto supone no salir de casa para comprar los artículos necesarios, pero además los acercan a la vivienda del consumidor, una práctica que supuso el 85 por ciento de las compras.