Las consecuencias de la desaceleración de China se hacen eco en el crecimiento del PIB

La desaceleración de China ha llevado a todas las economías mundiales a revisar sus cuentas. En España se ha reflejado en la desaceleración del Producto Interior Bruto del tercer trimestre, que se incrementó un 0,8 por ciento, dos décimas menos que el experimentado en el trimestre anterior, según el informe publicado por el Banco de España.

Pero esta no ha sido la única causa que atenuó el crecimiento. La contribución negativa de las exportaciones también se ha reflejado en los últimos datos, aunque se vio compensada por la demanda privada interna, la bajada de los precios del petróleo y las materias primas y las nuevas políticas contempladas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016. Sin embargo, la evolución del conjunto del año confirma el escenario de recuperación que anticipó el informe trimestral del mes de junio, que reflejaba incrementos del 3 y del 2,7 por ciento para 2015 y 2016 respectivamente.

La bajada de los precios del carburante y la energía interrumpió la senda de recuperación del IPC, que había registrado datos positivos en junio y julio. La tasa podría recuperarse hacia finales del otoño con una tasa interanual ligeramente positiva, aunque retrocedería cinco décimas en el promedio anual para crecer hasta un 0,8 por ciento en 2016.

En cuanto a las exportaciones, se esperan avances moderados a causa de la favorable evolución de las ventas a la Unión Europea, aunque se verá contrarrestada por la debilidad de las exportaciones al resto del mundo.

El empleo y la riqueza familiar mantienen la expansión de la demanda privada

La demanda interna privada mantuvo su tono expansivo y se espera que la evolución positiva en el mercado laboral y el avance de la riqueza de las familias mantenga un elevado dinamismo. Esto fue impulsado por la bajada de los costes de los préstamos bancarios, facilitando el aumento de las operaciones crediticias.

El gasto de los hogares en bienes y servicios de consumo seguirá impulsándose a causa de la bajada del precio del petróleo, la reducción de la reposición directa y la devolución de la paga extra a los funcionarios. En este sentido, la demanda podría acelerarse en torno al 3,5 por ciento en 2015 para atenuarse hasta el 2,9 por ciento en 2016, a medida que algunos de los factores anteriores comience a perder intensidad.

La confianza del consumidor interrumpió la trayectoria ascendente que venía mostrando, acusando el empeoramiento de las perspectivas de futuro acerca el desempleo y la evolución económica general. En líneas generales, la expansión del gasto irá de la mano de la renta real disponible, que se verá impulsada por la bajada del precio del petróleo y el impacto de las medidas de naturaleza fiscal.

Elevado ritmo de avance en las empresas

La bajada de los costes crediticios también se reflejó en las empresas, que marcaron un elevado ritmo de crecimiento. Este va en línea con la evolución de la demanda final y el mantenimiento de las condiciones financieras favorables.

Estas favorables condiciones de financiación favoreció el incremento interanual del volumen de nuevas operaciones crediticias, aunque el saldo de los créditos se moderó del 4,9 al 3 por ciento.

Por sectores, la industria vio moderarse su entrada de pedidos mientras que el índice PMI de la actividad manufacturera y el indicador de la confianza industrial de la UE mantuvieron la fortaleza del trimestre anterior. Esto ha llevado a un debilitamiento  en la creación de puestos de trabajo. El mismo ejemplo sufrieron los servicios de mercado, donde la cartera de pedidos experimentó una acusada bajada.

Yasmina Pena