El ‘mejor de alquiler’ se impone al hotel en vacaciones

Al ahorro de hasta el 45% se añade la sensación de libertad de los turistas

Toca preparar las vacaciones y repetir la sempiterna pregunta: ¿hotel o apartamento? Pues bien, cada vez son más los viajeros, principalmente los internacionales, que optan por las viviendas alquiladas para disfrutar de sus merecidos días de descanso en España. Ayer mismo conocíamos que 4.160.000 turistas internacionales que pisaron tierras españolas entre los meses de enero y julio de este año habían escogido esta alternativa.

La cifra, que se recoge en la encuesta Frontur – Movimientos Turísticos en Fronteras, es un 12,6 por ciento superior a la registrada en el mismo periodo del año pasado y más de nueve puntos sobre el avance que se ha producido en los alojamientos hoteleros, que si bien en términos absolutos sigue siendo mucho más elevada (24.100.953), sólo crece un 3,2 por ciento, quedándose así a la cola entre las opciones preferidas por los turistas internacionales. De hecho la segunda opción que mayor variación ha experimentado es la de los alojamientos no hoteleros (campings, casas rurales, etc…) que con casi 13,9 millones de viajeros se incrementó en un 7,4 por ciento.

A la vista de los resultados de Frontur, se constata el cambio de tendencia que se viene produciendo desde hace algunos años en los hábitos de los turistas. Según el informe sobre el Impacto social y económico de las viviendas de uso turístico en España en 2014, elaborado por Esade Business Scholl, 9 de cada 10 usuarios escoge este tipo de alojamiento para sus viajes, de los que el 79 por ciento de ellos son de nacionalidad extranjera. Incluso el informe apunta a que 1 de cada 3 «no iría a un destino si no pudiera alojarse en una vivienda de alquiler vacacional».

Pero, ¿por qué?

La crisis ha tocado fuerte a los bolsillos, pero quien más y quien menos no ha renunciado a escaparse buscando opciones que  se ajustasen a las nuevas circunstancias. Así, dormir en un apartamento alquilado resulta bastante más económico que alojarse en un hotel. Dependiendo del destino el ahorro puede llegar a superar el 45 por ciento.

Por ejemplo, tal y como se extrae del estudio ¿Cómo hacer una escapada económica? realizado por la compañía especializada en alquileres vacacionales Only – Apartments, alquilar un apartamento turístico para 2 personas en Madrid supone de media 60 euros por noche, mientras que pernoctar en un hotel de 3 o 4 estrellas elevaría el presupuesto hasta los 79 euros, es decir 19 euros más. Más llamativo es el caso de Barcelona donde la diferencia puede llegar a ser de 59 euros. Dependiendo de la zona y de la temporada en la ciudad condal pasar la noche en un vivienda alquilada cuesta entre 61 y 70 euros frente a los entre 105 y 129 euros de factura de un hotel.

Sin embargo el precio no es la única razón que, desde el inicio de la crisis mueve a los turistas a buscar otras alternativas más rentables. Desde Only  – Apartments explican que alojarse en un apartamento turístico «da sensación de libertad. El hotel coacciona a estar fuera todo el día». Además «no todos los turistas quieren alojarse en el cogollo de los sitios. En Barcelona por ejemplo escogen mucho la zona de L’Eixample o Gracia, mientras que la Barceloneta o las Ramblas quedan como segundas y hasta terceras opciones», detallan.

Gasto de 2.600 millones de euros  

En contra de lo que pueda parecer, el ahorro por noche es empleado por los turistas en gasto en restaurantes, actividades culturales, regalos o tiendas de proximidad. El año pasado, y según se desprende del informe de Esade, los 3,7 millones de viajeros que optaron por los alquileres vacacionales se dejaron más del 2.685 millones de euros entre alojamiento y gasto. Excluyendo el alojamiento, el promedio fue de 477 euros ‘por barba’, de los que el 42 por ciento se destinó a llenar el estomago. Cabe destacar  que el estudio sólo analiza el impacto en Madrid, Barcelona, San Sebastián y Granada y en las regiones costeras de Mallorca y Calpe (Alicante).

En otro orden de cosas los beneficios también se extienden a los propietarios de las viviendas, la mayoría sólo disponen de una vivienda destinada a este uso y supone «una fuente de ingresos complementaria a su actividad personal».