Los inversores extranjeros ajenos a la ‘locura independentista’

Con un volumen de casi 4.800 millones, Cataluña acaparó el 22% de la inversión internacional en 2015 

Como en la fábula de Pedro y el lobo, afortunadamente el mercado internacional no se cree la ‘locura independentista’ de Artur Mas, Carles Puigdemont y compañía. Los datos del Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Economía y Competitividad demuestran que las empresas extranjeras destinaron un 57,8 por ciento más de sus inversiones a Cataluña, hasta los 4.783 millones de euros (1.751,5 millones más que en 2014).

La cifra supone el 22 por ciento sobre el total que los inversores internacionales destinaron a España y la coloca segunda en el ranking autonómico.

Ahora bien, no todo es miel sobre hojuelas ya que se deslocalizaron 603 millones de euros, o lo que es lo mismo las desinversiones crecieron un 99,7 por ciento respecto a 2014 (302 millones). Pese a ello el neto (inversiones menos desinversiones) arroja números positivos para la región con un incremento del 53,1 por ciento y un volumen de 4.180 millones de euros.

Según el secretario de Estado de Comercio en funciones, Jaime García – Legaz, el repunte de 1.450 millones en la IED (Inversión Extranjera Directa) neta en Cataluña en 2015 «es un dato de confianza en la economía española y revela la nula credibilidad por parte de los inversores extranjeros en el proceso secesionista».

España pierde atractivo

«El efecto sede» habría sido uno de los determinantes del optimismo inversor en la autonomía que preside Carles Puigdemont. Algo que, al análisis de los datos, no habría tenido el mismo impacto en la Comunidad de Madrid, donde la inversión neta cayó un 18,4 por ciento, retrocediendo hasta los 6.728 millones de euros desde los 8.250 millones que se registraron en el ejercicio de 2014.

Malos resultados que se deberían a la conjunción de la variación negativa de la inversión bruta (-1,2 por ciento) más el crecimiento de la desinversión en 3.364 millones de euros (71,2 por ciento).

IED
Fuente: Ministerio de Economía y Competitividad

En cuanto al resto de autonomías, con excepción de Extremadura, Castilla León y Cantabria, todas han padecido el ‘efecto fuga’ que se elevó hasta los 5.541 millones de euros un 21 por ciento más (961 millones) que en el ejercicio precedente. García – Legaz ha justificado el incremento de las desinversiones por «tres operaciones de gran volumen muy específicas que no han tenido impacto productivo real».

De cara al futuro inmediato la situación podría empeorar  debido a la situación política y es que los datos sólo computan las entradas y salidas de inversiones «no las que no se realizan», explicaba el secretario de Estado de Comercio. Así, no sería de extrañar que en los próximos meses se produzca un cambio de tendencia ya que «sí hemos podido constatar que ha habido algunas inversiones que se han dejado de hacer por la incertidumbre, especialmente en el sector hotelero».

Por otro lado, la desaceleración de las economías emergentes, especialmente en Latinoamérica y Asia, se nota en sus inversiones en España. Algo que en palabras de García – Legaz ez «lógico y coherente, ya que al sobrevenir las crisis se da prioridad a las inversiones internas». En cifras, las primeras retrocedieron un 46,9 por ciento (1.479 millones), destacando México (-19,6 por ciento) y Brasil (-88 por ciento). En el caso de China y Hong Kong la caída fue de un -4,1 y un -11,8 por ciento respectivamente.

Los españoles invierten menos

Si desde fuera llega menos dinero, las empresas españolas también redujeron el volumen de recursos que destinaron a los mercados internacionales durante 2015 en algo más de 2.000 millones, un 7,7 por ciento menos que en 2014.

No obstante, en términos netos las inversiones allende nuestras fronteras se incrementó hasta los 17.000 millones de euros (+228  por ciento más), lo que se debe al menor número de desinversiones productivas en los mercados extranjeros. A la vista de estos datos se pone de manifiesto la cada vez más importante apuesta por la internacionalización de las empresas españolas.