Madrid y Cataluña líderes en contratación indefinida

El modelo productivo marca tendencias en la forma en la que crean empleo las empresas españolas que operan bajo un marco de temporalidad sistémica

Apenas han pasado 24 horas desde que conociéramos los datos de una Encuesta de Población Activa (EPA) que ha confirmado la tendencia que ya apuntaban los datos de afiliación y paro registrado del ministerio de Empleo y la Seguridad Social de diciembre de 2015, y es que ‘el empleo va como un tiro’.

Si los datos del departamento que lidera en funciones Fátima Bañez registraban, en diciembre, un incremento de 533.186 altas nuevas (+525.000 en 2015), la EPA arroja una cifra de 45.000 nuevos ocupados, hasta los 18,09 millones un 2,9 por ciento más  que en 2014. Así la tasa de paro se reduce hasta el 20,9 por ciento.

Datos positivos que se acompañan a su vez de una mejora en el volumen de trabajadores que cuentan con un contrato indefinido, y que el pasado 2015 alcanzaron un total de 11.14.600 ( 15,3 por ciento más interanual). Cifra que se aproxima a la del inicio de la legislatura cuando la EPA del primer trimestre de 2012 marcó un absoluto de 11,26 millones.

Ahora bien, aunque en el stock de todas las Comunidades Autónomas predomina esta modalidad y en porcentajes superiores al 60 por ciento “el modelo productivo resulta determinante para que éste sea mayor o menor”, explica Miguel Córdoba, profesor de Economía Financiera en la universidad CEU San Pablo. A la vista de los datos, aquellas en las que la industria y el turismo son la base del sistema económico presentan un mayor volumen de trabajadores con contrato sin fecha de término.

Es el caso de Madrid y Cataluña, que con un 82,0 por ciento (2,06 millones) y un 79,7 por ciento (2,04 millones) son las autonomías líderes en lo que a ‘indefinidos’ se refiere. Le siguen Aragón (77,2 por ciento – 352.300), La Rioja (81 por ciento – 89.300) y País Vasco (76,1 por ciento – 576.700). En la franja de entre los 70 y 74 puntos porcentuales, Cantabria, Castilla León, Comunidad Valenciana, Galicia o Asturias, entre otras.

En la otra parte de la tabla, las ‘agrícolas’. Las que menor volumen -siempre en términos relativos- de trabajadores indefinidos registran son Murcia (66,8 por ciento – 295.500), Extremadura (65,9 por ciento y 192.800),  y Andalucía (65,3 por ciento). En el caso de esta última cabe destacar que en términos absolutos el número alcanza los 1,47 millones.

Si comparamos los resultados con los de cierre de 2011 –fecha en la que se puso fin a la ‘legislatura Zapatero- Madrid es junto a Aragón y Extremadura una de las tres regiones que presentan un aumento en términos relativos. En la comunidad capitalina el porcentaje de indefinidos respecto a temporales se elevó una décima, mientras que en el caso de los aragoneses  la variación fue de 1,4 puntos, pasando del 75,8 al 77,2 por ciento. Respecto a la autonomía que presiden en la actualidad el socialista Guillermo Fernández Vara, el aumento fue de 2,5 puntos (del 63,4 al 65,9 por ciento). Llama la atención el caso de la ciudad autónoma de Ceuta en donde el aumento fue de 15,4 puntos (del 66,5 a 81,9 por ciento).

Porcentajes 4T15 EPA
Porcentaje de contratos indefinidos sobre total de ocupados – Fuente INE

Más indefinidos que en 2007

Al análisis otra de las cuestiones que destaca es que la tendencia a partir de año 2007 y hasta finales del pasado 2015 es claramente alcista en todas las comunidades autónomas. De hecho, en el global nacional, el volumen de asalariados con contrato indefinido sobre el total de ocupados desde que estalló la crisis ha ido aumentando progresivamente desde el 69,2 por ciento hasta el 73,8 por ciento.  (Ver gráfico)

Asalariados EPA 4T2015
Fuente INE

Esta circunstancia de aumento del stock de indefinidos “es habitual en los ciclos de recesión” afirma en declaraciones a Diario Financiero Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de España, ya que “de lo primero que prescinden los empresarios es de los trabajadores temporales”. De hecho, desde 2008 el 71,78 por ciento del empleo perdido ha sido temporal. Así  y de continuarse con esta tendencia lo lógico es que a partir de ahora “la temporalidad gane cuota en el global de contrataciones”.

Respecto a las bonificaciones y políticas activas puestas en marcha por el Gobierno para impulsar la contratación indefinida serían pecata minuta “estímulos que indudablemente facilitan y permiten acelerar el proceso de transformación pero no sustituyen la propia dinámica del mercado”, explica Mínguez.

Miguel Córdoba apunta a este respecto que la evolución del mercado de trabajo “es el reflejo directo de las medidas que se han ido tomando, desde el efecto anuncio de la bajada de impuestos, en 2013, hasta la disminución de los costes laborales a través de la política de bonificaciones”.

En este punto cabe destacar que uno de los factores que más habrían contribuido los dos últimos años con el crecimiento de la contratación indefinida son las conversiones. Del 1.022.340 contratos de este tipo que se firmaron el pasado año 478.705 (46,82 por ciento) provenían de la temporalidad.

Al igual que en el caso del stock Cataluña (97.489 conversiones) y Madrid (80.565) continuaron marcando el ritmo, seguidas de Comunidad Valenciana (51.031) y Andalucía (60.369). Entre las que menos recurrieron a esta modalidad las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (580 y 584), La Rioja (3.439) y Cantabria (4.715).

Temporalidad sistémica

La contratación indefinida creció en 2015 un 11,8 por ciento ligeramente por encima  de la temporal que se estancó en un 11 por ciento, lo que para Mínguez “puede dar pie a pensar que la estructura productiva va mejorando”. Pese a ello la última EPA registra un total de 3.909.700 asalariados cuya relación con la empresa tiene fecha de caducidad (25,7 por ciento).

Además si tiramos del histórico y tenemos en cuenta cómo se han producido las nuevas contrataciones, se observa que los porcentajes oscilan entre el 83 y el 94 por ciento a favor de la temporalidad, mientras que los contratos indefinidos varían desde algo más del 5 por ciento hasta el 16. Datos que resultan reveladores acerca del carácter sistémico de la temporalidad en España pero que según Mínguez “no es algo paradigmático de España”. De hecho este fenómeno se debería a “la globalización que ha modificado ciertos valores de carácter social que obligan a ser más eficiente”.

No opinan igual desde la Secretaría de Acción Sindical de CCOO, desde donde manifiestan que “la elevada precariedad del empleo se ha agravado” achacándolo a “las políticas de austeridad y reformas estructurales puestas en marcha los últimos seis años”.  Para el sindicato “los cambios introducidos en las reformas laborales han motivado un aumento significativo de la rotación laboral hasta llegar al empleo indefinido. En 2014 fueron necesarios 1,4 contratos indefinidos para crear un empleo estable y, la duración media de los contratos temporales ha descendido de 78,5 días en 2007 a 53,2 días en 2014”.