Más funcionarios que antes de la crisis

Las Administraciones Autonómicas aumentaron su plantilla en un 4,6 por ciento

El mercado de trabajo continúa al alza. La contratación en términos anuales durante el tercer trimestre del año creció a ritmos superiores al nueve por ciento y a más del 11 por ciento en el conjunto de los primeros nueve meses del año. Aun con todo, persisten una serie de problemas de fondo que dificultan la plena recuperación del mercado. Lo refleja el Informe trimestral del mercado de trabajo elaborado por Ranstad, en el que manifiesta que estos problemas son de carácter estructural, es decir, que una vez analizados y estructurados constituyen una batería de propuestas para reformas futuras, las cuales facilitan alcanzar la situación de pleno empleo en España.

Sin embargo, lo que más destaca en todo este contexto es el empleo público, que lejos de decrecer aumenta y es el único sector que cuenta con más ocupados que en el inicio de la crisis. Ha vuelto a niveles de 2013 al crecer en 30.100 personas, alcanzando los 2,99 millones actuales. En concreto, señala el informe, cuenta con 16.900 ocupados más que a finales de 2007. A esto hay que sumarle que para 2016 se prevé que la tendencia aumente ya que el Gobierno aprobó el pasado mes de septiembre el decreto por el que se recupera el 100 por ciento de la tasa de reposición. Aun con todo, esta situación es bastante desigual ya que mientras que la contratación en la Administración Central  y la Seguridad Social se redujo un 3,3 por ciento, creció 4,6 puntos en las Comunidades Autónomas y seis décimas en las Entidades Locales. Este dato contrasta con el sector privado que todavía no ha recuperado los niveles previos a la recesión.

En el ámbito general, la situación ha mejorado en todos los sentidos: reducción de la tasa de desempleo, aumento de la contratación, salario y reducción de huelgas, cambios que han marcado el tono expansivo del tercer trimestre del año tanto en la economía general como en el mercado laboral y que sitúan la previsión de crecimiento del PIB en tasas superiores al tres por ciento para este 2015.

Ya lo mostraron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre, que señala un incremento del empleo en torno al 1,02 por ciento (182.000 nuevos asalariados) y del 3,11 por ciento en tasa interanual. A esto hay que sumarle el fuerte incremento en el número de horas trabajadas a la semana, que se sitúa en el 4,01 por ciento respecto a 2014. Sin embargo, varía en función del contrato: los trabajadores a tiempo parcial vieron incrementar las horas en un 8,31 por ciento y los de a tiempo completo un 3,65 por ciento.

A pesar de que la población comienza a recuperar sus puestos de trabajo, no todos los segmentos gozan de la misma suerte. El informe refleja que la población activa menor de 35 años se ha reducido a grandes pasos desde 2008 y se mantiene actualmente en la misma senda. En los años de la crisis, este segmento de la sociedad fue el que más sufrió las consecuencias. Las causas son muchas, aunque la más destacable corresponde al periodo de antigüedad en la empresa. Despedir a los trabajadores con menor experiencia y menor tiempo de contratación supone unos costes más bajos que los que acumulan años de antigüedad, por lo que la indemnización a la que la compañía se ve obligada a prestar es más baja. A esto cabe sumar la escasa preparación, ya que hay muchos titulados pero con bajas cualificaciones. Para solucionar esta cuestión, Ranstad reclama la necesidad de abordar las altas tasas de fracaso escolar. Y es que eso se nota a la hora de encontrar o mantenerse en un puesto de trabajo. Actualmente, los jóvenes con estudios superiores (universitarios o formación profesional) en actividad se sitúa por encima del 80 por ciento, mientras que el resto no llegan al 30 por ciento.

En relación con de empleo desciende la cifra de parados, concretamente hasta los 4,85 millones actuales. Y es que esta es la primera vez desde 2011 que este colectivo se sitúa por debajo de los cinco millones. Los de larga duración se redujeron en un 14,58 por ciento, es decir, 400.000 parados menos, aunque la cifra todavía es elevada, situándose en los 2,35 millones.

Incremento salarial

La aportación salarial también se mantiene en positivo y durante el tercer trimestre se ha continuado con el proceso de moderación iniciado años atrás. A pesar de todo cabe señalar que este incremento no es muy significativo ya que no llega al punto. En este sentido, las variaciones de costes salariales aumentaron seis décimas y la subida anual pactada en 2015 se sitúa en el 0,75 por ciento, 19 décimas superior al pactado en 2014.

Como señala el informe, la remuneración media en nuestro país se sitúa en los 1.941,74 euros al mes según los datos del INE, aunque esta varía en función del tamaño de la empresa. Aquellas cuya plantilla es superior a los 200 trabajadores aportan un salario medio de 2.436 euros, frente a los 1.555 de las pequeñas empresas.

Decrecen las huelgas y EREs

Como símbolo de la recuperación y las buenas perspectivas económicas, las huelgas y los Expedientes de Regulación de Empleo descienden progresivamente. En el primer caso, los datos de 2014 anotan 777 periodos de paralización, la misma cifra que en 2011 y la más baja desde 2007, los años previos a la crisis. Entre enero y julio de este año se contabilizaron 393, un 14,2 por ciento menos que en el mismo periodo del pasado año, además han tenido un periodo de duración más breve, reduciéndose en un 24,4 por ciento las jornadas no trabajadas. Sin embargo, el número de participantes afectados creció 6,6 puntos.

Por su parte, los EREs alcanzaron los 27.570 casos en el año 2012, la cifra más alta registrada hasta el momento. A partir de dicha fecha comenzaron la reducirse hasta los 10.637 casos de 2014 y los 3.963 llevados a cabo entre enero y julio de este año. El mismo comportamiento se observa en el número de trabajadores afectados, que alcanzaron su máximo en 2009 y 2012 con 549.000 y 483.000 afectados respectivamente. Al igual que en el número de casos, comenzaron a decrecer a partir de la última fecha hasta situarse en los 159.000 trabajadores en 2014 y los 65.000 en los primeros siete meses de 2015, una cifra que continúa siendo elevada respecto a los datos previos a la crisis.

Según Ranstad, los sectores más perjudicados han sido la industria con el 52,2 por ciento de los casos, seguido de los servicios con un 37,7, la construcción con un 8,5 y la agricultura con un 1,6 por ciento.

Previsiones para el cuarto trimestre

La recuperación avanza por una senda firme con crecimientos de la ocupación superiores al tres por ciento y las horas trabajadas al cuatro por ciento. En consecuencia, se mantendrá el ritmo de afiliados en torno al tres por ciento, una décima menos que en el tercer trimestre.

La contratación mantendrá un fuerte crecimiento y se prevé cerrar el año con un incremento del 10 por ciento en tasa interanual. En paralelo, Ranstad señala que la tasa de paro se situará alrededor del 21 por ciento para el cierre del ejercicio.

Yasmina Pena