Bendita normalidad

Un poquito más tarde veremos por primera vez en este 2013 al presidente del Banco Central Europeo. A Mario Draghi, que saldrá a la palestra tras la reunión del regulador para hablar de política monetaria, aunque como dicen los expertos sin que anuncie grandes cambios.

 

Pero es tanta la normalidad que tenemos ya en este 10 de enero, y llevamos sólo tres días desde que acabaron las vacaciones para la mayoría, que vuelven aquellos voceros que se empeñan en aguarle la fiesta al Gobierno. Esos pesimistas –antes eran antipatriotas- que alertan de que este año va a ser duro, largo y difícil para España. Pero no lo dice un cualquiera, lo dice un ex consejero del Fondo Monetario Internacional. Un organismo que hace tan sólo unas semanas, en boca de su economista jefe Olivier Blanchard, reconocía que la política de austeridad se nos había ido de las manos, y que a lo mejor era necesario aflojar un poco el ritmo. Bueno, pues como el movimiento se demuestra andando, el FMI ha enviado el primer aviso del año a Portugal. ¿Y qué le ha dicho? Lógicamente que no apriete tanto la soga al cuello, y que se relaje un poco con los ajustes. ¡Pues no señores! Todo lo contrario.

El FMI ha pedido a Portugal que siga haciendo los deberes, que reduzca pensiones, eche al 20% de los funcionarios, les baje el sueldo, aumente sus horas de trabajo y recomienda también subir los precios de la sanidad. ¿Cómo? ¿Subir los precios de la sanidad? Sí, sí, que en Portugal ya hay copago sanitario… Así que imaginen lo contentos que están los portugueses con esta recomendación. Yo me imagino que con esta coherencia demostrada por el FMI en sus recomendaciones, en poco tiempo nos dirán a nosotros que tenemos que hacer algo muy parecido, así que señores como dice el refrán: cuando las barbas de tu vecino veas cortar. Pon las tuyas a remojar. Bendita normalidad.