Como Césares romanos

De todas las tonterías que se han oído, la mayor es que la rueda de prensa de la Cospedal es mala porque no es creíble. No. Es mala. Pero no es por eso.

La comparecencia de María Dolores es mala porque una vez más a la casta política le ha fallado el valor de decir lo esencial, que es precisamente eso: que son una casta. Que han sido elegidos por un poder divino, que tienen un don, más que un sinfín de cualidades. Que si están aquí para llevárselo crudo no es porque tengan más intelecto para robar al ciudadano de a pie, sino porque cumplen de esa manera con su propio destino en lo universal.

No vamos a dar una a derechas, ni a izquierdas, mientras el mayor control que podamos ejercer sobre estos representantes públicos sea criticar su falta de coherencia, o sus intervenciones fuera de lo políticamente correcto. El juicio crítico al poder ha perdido la fiereza que llevó un buen día de 1789 a asaltar la Bastilla. Pensamos que quienes están gobernando lo hacen por méritos, y nos falta lo esencial: saber que sus principios son idénticos a los monarcas absolutos, los césares romanos, los zares rusos y los faraones egipcios. A ver si lo aprendemos de una vez.